Muchas veces, por cuestiones estéticas, usamos complementos dañinos para nuestra salud. Un ejemplo son los tacones, ese tipo de calzado que tanto adoramos y a la vez tememos. Los zapatos de tacón pueden llegar a ser realmente molestos y causarnos dolor, hinchazón, heridas, ampollas… Y aún así, somos incapaces de prescindir de ellos.
Aquí te contamos diez trucos para poder lucir este maravilloso complemento y reducir el dolor:
- Mejor tacones con plataforma delantera y evitar los de aguja. Son más cómodos, te ayudarán a aguantar más tiempo, y tus pies lo agradecerán. Los zapatos de con cuña o tacón grueso son una buena opción.
- La altura es importante. Lo ideal es hasta 3cm según los podólogos. Por lo tanto, deberías escoger tacones de altura media, sobretodo si no estás acostumbrada a llevarlos.
- Usa almohadillas de silicona o latex, o plantillas adaptadas a la forma de tu pie. Protegen la parte del talón y la planta. Puedes llevarlas en tu bolso y usarlas cuando empieces a notar molestias.
- Elige la talla adecuada. Es muy importante que los zapatos sean de tu número exacto, y que se ajusten perfectamente a tu pie, ya que si es más grande, el pie se desliza hacia delante y provoca tensión sobre los dedos del pie.
- Productos antifricción. Podemos aplicarnos un spray antifricción en las zonas clave. Creará una película protectora en el área para así evitar el roce directo.
- Usa cremas antiinflamatorias. Estas pomadas contienen ibuprofeno y están destinadas a contusiones musculares y esguinces, pero para estos casos también funcionan a la perfección. Masajéate los pies con la crema antes de ponerte los tacones.
- Evita estrenar tacones nuevos si vas a acudir a un evento de larga duración. Además, lo peor que podemos hacer es estar quietas de pie durante mucho tiempo. Nos dolerán aún más los pies.
- Bailarinas plegables. ¡Llévalas en tu bolso! Apenas ocupan espacio y nos alegraremos muchísimo después. En cuanto notes dolor o molestia, te cambias y a seguir disfrutando.
- Envuelve una cinta alrededor del tercer y cuarto dedo del pie para así evitar su separación. Esto hará que se reduzca la presión del nervio causante del dolor.
- Polvos de talco en los zapatos. Esto evita las rozaduras provocadas por la fricción. Fijarán mejor nuestros pies al zapato.
Y por supuesto, es muy importante mantener bien hidratados los pies, usar crema hidratante, exfoliarlos una o dos veces por semana y baños de agua tibia con aceite de oliva. ¡Cuídalos!