El vestuario de Letizia Ortiz durante estos últimos meses ha sido el reflejo icónico de cualquiera de nosotras durante el confinamiento. Y si en febrero, antes de que todo cambiara, la pudimos ver vestida de Victoria Beckham para darse un baño de masas en Sevilla, ya en plena cuarentena no ha hecho sino repetir looks de trabajo tan serios y tristes como la situación requería.
Pero poco a poco, doña Letizia ha comenzado a hacer su propia desescalada luciendo tres veraniegos y favorecedores modelos, que estamos seguros más de una copiará.
Era principios de la semana pasada, cuando vimos a Letizia llevando su primera manga corta de la temporada, con un top a cuadros de Hugo Boss. Entonces seguían predominando los colores oscuros, relacionados con un luto que ha sido oficial durante diez días.
Por eso, el outfit de Letizia hoy nos parece el auténtico pistoletazo de salida para la nueva moda primavera-verano 2020. No en vano lo ha llevado en una pista de atletismo de un centro de alto rendimiento deportivo. El giro es absoluto, un traje de blazer y pantalón culotte inmaculadamente blancos, para la inauguración de una nueva normalidad que en su caso ha sido al aire libre y, gracias al espacioso distanciamiento del que disfrutaba, sin mascarilla.
También ha usado un top beige de lunares blancos, que nos quiere recordar al icónico vestido que llevaba Julia Roberts en su Pretty Woman. Y a los pies, la royal se ha calzado las cuñas de esparto más cómodas de todos los veranos, en el modelo Sardinia de Mint&Rose.
Dos días después, con motivo de la conferencia inaugural de los cursos de verano de la Escuela Internacional de Música de la Fundación Princesa de Asturias, podíamos ver a doña Letizia con por un vestido vaporoso con punto smock de Maje en tonos verdes, que combinó con salones nude de Prada y pendientes dorados de Coolook.
Pero sin duda, si ha habido un look que ha sido comentado esta semana, era un original vestido de canalé azul de Massimo Dutti que lució la reina Letizia, cuando acompañaba al rey don Felipe en un encuentro, que tenía como propósito presidir la reanudación de la activación cultural el próximo 15 de junio. Un vestido de manga larga con cuello pico y con un lazo a modo de cinturón, que la reina completaba, con unos tacones de tacón altísimos de estampado de pitón de Magrit, que la elevaban aun más, y su anillo de Karen Hallam, del que no se separa nunca.