Ya está todo preparado: unos deliciosos aperitivos, un menú exquisito, un postre delicatesen… ¡pero falta el vino! ¿Cómo saber cuál es la botella adecuada para esta ocasión?
Elegir el vino apropiado es, muchas veces, una tarea complicada. Tintos, blancos o rosados, espumosos o con aguja, crianzas, reservas, dulces o con aroma a madera… la variedad de sabores es infinita y puede llegar a ser abrumadora. Desde Hoy Magazine y en colaboración con Bodegas Pirineos, te mostramos la mejor guía para elegir el vino adecuado, según la ocasión.
- Primero, el color. Dependerá, mucho, de la comida que vaya a acompañar. Para pescados y mariscos, o comidas ligeras como las ensaladas, el mejor es el vino blanco. Para carnes, guisos o potajes, que tienen más grasa, acertaremos con un vino tinto, que tiene más cuerpo. También influye el clima y la hora a lo que se vaya a tomar. Para los días más calurosos y húmedos es recomendable un vino fesco, como un rosado o un blanco. Los espumosos triunfan en los días de más calor, ya que son refrescantes y livianos.
2. Leer la etiqueta. Ayudará a saber con qué uvas está hecho el vino, cuál es su añada, y otras particularidades de cada cosecha. Poco a poco, a base de ir probando tipos de uva iremos aprendiendo a identificar cada nombre con diferentes texturas y sabores. ¿Algún ejemplo? Entre las uvas blancas, destacan la Chardonnay con una acidez moderada, un tono ahumado y matices de piña y melocotón. El Verdejo es una de las cepas más antiguas de España, y destaca porque dura bastante en la boca y tiene un aroma afrutado que recuerda a la piña y a la hierba fresca.
Para los tintos, la uva española más usada es la Tempranillo, que se llama así porque la uva suele madurar semanas antes que el resto de variedades de uva tinta. Es poco ácida y más bien seca, y el olor recuerda a los frutos del bosque. La uva internacional más conocida es la Cabernet Sauvignon, de sabor más fuerte y penetrante. Es un vino muy estructurado que mejora con los años.
3. ¿Vino joven o de barrica? Los vinos jóvenes son los que se embotellan justo después de su fermentación. Son más frescos y afrutados, algunos con un ligero toque ácido. Los vinos de crianza son aquellos que pasan por un proceso de maduración en barrica antes de ser embotellados. Suelen tener más fuerza, mucho aroma y están más estructurados.
4. ¿Seco o dulce? Esto depende del nivel de azúcar que contenga el vino. Cuanto más seco, menos azúcar tendrá. Los hay secos, semi-secos, abocados, semi-dulces y dulces. ¡Para todos los gustos!
5. ¿Caro o barato? No hay que dejarse influir por el precio. En España tenemos la suerte de contar con excelentes vinos a un precio muy competitivo. Simplemente hay que saber cuál es el presupuesto y adaptarse a él. Pero nunca debe seleccionarse un vino pensando que, por tener un mayor precio, estará más rico, recuerda que el mejor vino no es necesariamente el más caro, sino el que se comparte.