Es perfectamente normal que, el día de su boda, toda persona quiera pisar el altar de la forma más perfecta posible. Y es por ello que, independientemente de la de meses y meses de preparativos que hay detrás de ese gran acontecimiento, surjan las dudas de última hora, principalmente ocasionadas por esa presión por ser el centro de todas las miradas. El problema está en que, si nos dejamos llevar por ellas, éstas pueden acabar en un fatídico resultado que tenga importantes consecuencias en la celebración que tanto se está esperando: experimentos capilares a correr, limpiezas faciales que acaban dejándonos un “bonito” recuerdo en forma de marcas, manchas provocadas por autobronceadores mal aplicados…
Así, hoy te desvelamos cinco errores muy comunes que debes tratar de evitar a toda costa durante la semana previa a tu gran día.
Sabemos que en el día de tu boda todas las miradas van a estar fijas en ti una parte importante del tiempo. Es lógico entonces que una de las cosas que más se desean es llegar con la piel, especialmente la de la cara, lo más perfecta posible. Eso hace que, durante los días previos, sientas esa tentación de probar tratamientos de última hora que te prometan ese resultado, pero debes neutralizar totalmente esas ansias. Existe un producto adecuado para cada tipo de piel e, independientemente de lo segura o prestigiosa que sea su marca, no puedes arriesgarte a que uno al que la tuya no esté acostumbrada sufra efectos secundarios que no desaparezcan a tiempo para tu gran día, como una inflamación, rojeces, acné o, incluso, alergia. Cuida tu piel con tus productos de siempre, asegurándote de conocer en profundidad cada uno de los que apliques en tu piel para evitar cualquier tipo de susto.
El mundo del bronceado artificial es, sin duda alguna, de los más complicados en lo que a belleza se refiere. Si no lo has probado con anterioridad, no te plantees bajo ningún concepto hacerlo –y de forma autónoma– los días previos a tu boda. Sin duda alguna, es de los peores momentos que puedes elegir. No todo el mundo tiene la gran suerte de obtener el resultado exacto que pretendía y, en caso de que no seas una de esas personas, lo mejor que te puede pasar es que tu piel obtenga un tono naranja. Más allá de eso, existe la posibilidad de acabar con un bronceado a parches. Para conseguir un autobronceado con éxito, se deben seguir una serie de actividades que no todo el mundo conoce, como la necesidad de exfoliar el cuerpo de forma previa. Así que, en estos días, evita experimentos y cuenta con la ayuda de profesionales.
Lo sabemos. Te levantas por la mañana, dos días antes del gran día, te lavas la cara, te miras al espejo y ahí está, en el medio de tu frente… Un dichoso grano. Tu primer impulso sería explotarlo. Sin embargo, no debes sucumbir a esa enorme tentación. No es buena idea, y lo sabes. Aunque en el corto plazo parezca que estamos acabando con el problema, en realidad lo estamos magnificando, y es que este simple gesto puede provocar inflamaciones e, incluso, heridas que pueden desembocar en una marca o cicatriz. Además, ya conoces eso que tanto nos repetían nuestras madres en la adolescencia: “si te tocas un granito te salen tres”. Intentar extraerlo sin haber limpiado el profundidad, tanto la zona, como lo que utilices para hacerlo, puede provocar infecciones que hagan aparecer muchos más. Entonces… ¿Cómo podemos actuar ante una situación así? Pues teniendo mucha paciencia, y empleando productos secantes como una mascarilla de arcilla verde que ya hayas probado más veces.
Este consejo depende mucho de cada persona y del tipo de método que emplee. Si tu piel es sensible y tiendes a sufrir irritaciones o inflamaciones durante las horas –o días– posteriores a la depilación, lo más recomendable es que evites realizarla el día anterior o, incluso, los dos días previos. Planifícala con unos poquitos días de antelación para que la zona afectada pueda descansar y recuperarse en su totalidad, especialmente si esta zona es la cara.
Como ya sabréis, la radiación solar no solamente tiene un efecto sobre nuestra piel cuando tomamos el sol de forma intencionada. Realizando cualquier tipo de actividad de nuestro día a día –como el simple camino al trabajo– estamos expuestas a los rayos ultravioleta, los cuales pueden dejar secuelas como marcas en el escote o en los brazos o, incluso, algún tipo de quemadura. Así, tras una exposición prolongada, pueden llegar a quedar en tu piel marcas que no coincidan con las del vestido que vas a lucir. Por ello, es de gran importancia la fotoprotección diaria. Además, tampoco está de más prestar atención al tipo de prendas que se utilicen los días previos a la ceremonia para evitar situaciones como la que te explicamos.
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