El pop, el rock y desde hace unos años, el reggaeton, son géneros musicales muy conocidos y escuchados. Cada uno con sus variedades, escisiones y mezclas, pero todos con una característica que los diferencia unos de otros. Y aunque cada momento tiene su género glorioso, ninguno decae por completo.
Por suerte, la música es un mundo casi infinito con muchísimos otros géneros, grupos y artistas menos conocidos. El cansancio del reino del pop, de la perfección musical y del sonido de los mismos instrumentos, ha llevado a algunos músicos a dejarse llevar por lo diferente. Escriben letras sobre temas que nunca pensaríamos escuchar, sobre cosas cotidianas como un día de trabajo, un rollo o cosas banales. Y lo hacen sin circunloquios, metáforas indescifrables ni cultismo. Como tú hablarías en tu momento más relajado, sin artificios. Esto no quiere decir que no hablen del amor y del desamor, de la esperanza o de los sentimientos más ñoños. Pero desde luego, el registro es completamente diferente. Musicalmente, la música alternativa es más popular en los géneros rock e indie. Pero podemos encontrarla en otros muchos registros. Podría parecer que es un género técnicamente más descuidado, pero nada más lejos de la realidad. Es, tan solo, una música con menos tapujos, prejuicios y preocupaciones.
Con muchos menos oyentes mensuales que las grandes divas internacionales, estos grupos se dirigen a un público juvenil y despreocupado. De hecho, algo que caracteriza mucho a estos grupos (al menos a sus oyentes) es ese nicho de mercado tan reducido al que se deben y que no quieren cambiar. Algunos discreparán, pero lo peor que le puede pasar a un grupo “alternativo” es convertirse en “tendencia”.
A continuación os dejamos cinco grupos de música alternativa a los que el mudo debe darles una oportunidad (pero pequeña).
Si hay algo que horroriza a quienes no les gusta este género, pero que adoran quienes lo escuchan, es su cachondeo. Su despreocupación, su desparpajo y su pasotismo. Los vinagres son un claro ejemplo de esta música sin tapujos y de buen rollo. De “basta de lágrimas por un chico que ya no me mira”, aunque a todos nos hacen daño.
Este grupo tan animado está formado por tres chicos de La Palma. Les gusta definirse como “rock volcánico”. En 2018 sacaron su segundo disco en plataformas digitales, Los volcanes. Este álbum vio la luz tres años después del EP El canto de la morena, cuya foto de portada no es una chica castaña sino la especie de pez Muraenidae.
Para que os hagáis una idea de cómo suenan, os dejamos Verbenita, un retrato de algunos descuidos que ocurren. “No me odies por los cuernos. Le comí la boquita enterita pensando en ti. No me lo tengas en cuenta, son cosas de la verbenita” dicen.
Dos hermanos que llevan un estilo bastante diferente. Aunque mantienen unas líneas generales, en sus canciones se oyen mucho más las cuerdas del ukelele y de la guitarra que la batería del rock volcánico. Antes de 2017 publicaron varios EP y sencillos y desde entonces hasta ahora han sacado dos álbumes, Abducida por formar una pareja (2017) y Tralará (2018).
Tronco es uno de los mejores ejemplos de cómo se puede cantar el mismo tema de siempre de manera completamente diferente. “Me ha roto el corazón, me ha roto el corazón. Yo creía que no iba a ser así esta vez, pero me has partido en dos. Que nada saldría mal, que todo iba a funcionar, como pasa en la película de La La Land soy retrasada mental”.
Os dejamos el resto de La La Land, un tema de su último album, para que juzguéis por vosotros mismos.
Camellos está viviendo un buen momento. Sus temas más escuchados tienen más de 200.000 reproducciones en Spotify. Su música se acerca más al rock, con mucha guitarra, mucha batería y mucho grito desmedido. Ellos se definen como “finos observadores de lo radicalmente vacío del mundo contemporáneo”. Si tenéis la oportunidad, os recomendamos leer la biografía completa en su cuenta de Spotify. Es un resumen de su identidad y una crítica al panorama musical contemporáneo.
Sus letras son “temas salidos directamente de las entrañas de la desesperanza más humorística, que transmiten mensajes sin filtro creando rimas inesperadas gracias a la escritura automática que deja frases tan fuera de contexto que acaban creando uno nuevo”.
En menos de un mes, el 20 de marzo, tocarán en la Sala Cum Laude (Salamanca). En su tema Mazo, hablan de Madrid (ciudad de donde son la mayoría de sus oyentes).
Pol, Yago y Arnau son Mujeres, la banda catalana de rock alternativo. Musicalmente sí se parecen más al rock clásico, pero con sus letras directas y sinceras.
Su primer album, homónimo, se publicó en 2009 y desde entonces han seguido sacando temas y discos. El último de ellos, Siento muerte, vio la luz en mayo de 2020. Así suena El momento exacto, uno de los sencillos de este disco.
Si te ha dado la impresión de que la música independiente es algo de ahora, La Costa Brava viene a romper los esquemas. Lanzaron su primer disco en 2002, Déjese querer por una loca. Con ecos de los setenta, suman adeptos a la parte indie de la música independiente. Adoro a las pijas de mi ciudad que ronda el millón de reproducciones, formó parte de Llamadas perdidas, su album de 2004.
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