5 obras de arte que no puedes morirte sin ver

Sería muy fácil hacer una lista de obras de arte que no puedes perderte basada en Las Meninas, el Gernika, la Mona Lisao El Grito. Pero hoy queríamos darle la vuelta a este tipo de listas, y, sobre todo, huir de la idea general de reducir el arte a la pintura, y a todo aquello que se encuentra en los museos.

El Lago de los Cisnes

Es uno de los ballets más conocidos y más representados de la historia, y si nunca lo has visto en directo, ya puedes ir buscando la fecha de las próximas representaciones. La combinación de la música de Chaikovski (compositor también de otros famosos ballets como El Cascanueces o La Bella Durmiente), la historia de amor y desamor y los gráciles movimientos de los bailarines en el escenario, son una explosión de arte sin igual.

En sus cuatro actos El Lago de los Cisnes es capaz de transportarte a otros mundos, a los cuentos de hadas. Con una música que electrifica todo el cuerpo. Todos aquellos que piensan que el ballet clásico es aburrido, es que nunca han visto en directo la variación del Cisne Negro.

Park Güell

De la danza a la arquitectura, con uno de los muchos lugares de Barcelona donde el artista Gaudí dejó claro que, aunque sea una especialidad muy técnica, la arquitectura es un gran arte.

En una época de expansión y renovación de la ciudad condal, la Exposición Universal de 1888 fue un antes y un después para dar a conocer Barcelona a Europa. Algo que impulsó la búsqueda de un nuevo lenguaje artístico y de representación urbanística diferente a todo lo conocido hasta ese momento. Así nace el modernismo catalán y la fama de su gran exponente: Antonio Gaudí. En 1900 y tras varios proyectos juntos, Gaudí recibe al fin el encargo del empresario catalán Eusebi Güell para la construcción de una de sus obras más conocidas. Park Güell, símbolo indiscutible de Barcelona.

La flauta mágica

Una de las grandes obras que no te puedes perder antes de morirte es La Flauta Mágica, la más enigmática y fascinante de todo el repertorio de la ópera. No sólo porque sea una de las grandes obras de la carrera de Mozart en un momento en el que su salud empeoraba (murió dos meses más tarde del estreno). También por todas las innovaciones que trajo al mundo de la ópera. La gran unión entre la música y el teatro. Una creatividad que sigue sorprendiendo hoy en día y que no deja indiferente a nadie.

Doce hombres sin piedad

Reducir todo el Séptimo Arte a solo una película es misión imposible, pero si nunca has visto Doce hombres sin piedad, este es tu momento. La película, dirigida por Sidney Lumet en 1957, nos transporta a una sala del jurado, donde doce hombres tienen la vida del acusado en sus manos. En esas cuatro paredes, todo está en juego, y sólo ellos tienen el poder de salvarlo o condenarlo.

Una obra audiovisual inédita, donde sólo se necesita doce hombres y una sala para contar una historia de misterio, asesinatos, vida y muerte.

La Fundación

Y terminamos, como no podía ser de otro modo, con el teatro, el gran arte en vivo. Un lugar donde todo puede pasar, donde los nervios están a flor de piel y donde consigues superar todos los límites entre la realidad y la ficción. Como pasa con el cine, reducir este extenso arte a solo una obra, es una locura. Hay miles y miles de obras de teatro que no puedes perderte, pero hoy queremos recomendarte una. Muy importante para la historia del Teatro Español pero no tan conocida por el público actual. Estamos hablando de La Fundación, de Antonio Buero Vallejo.

La mejor forma de ver la obra es no sabiendo de que va. Puro dinamismo, creatividad e innovación teatral que te hace estar atento con los cinco sentidos y pensando si es posible, real y verosímil todo lo que está pasando en el escenario.