El pasado sábado nos dejó una de las grandes estrellas de la historia del cine. Su mirada férrea, el carácter y magnetismo que transmitía, la calvicie pronunciada en su madurez interpretativa… todos estos elementos configuraron a un actor imperecedero que será recordado como uno de los grandes seductores del séptimo arte. Sean Connery deja tras de sí una filmografía plagada de films imprescindibles cuyo arte no quedará en el olvido.
Antes de que Daniel Craig, Pierce Brosnan o Roger Moore encarnaran al famoso espía inglés, James Bond, Sean Connery acertó al poner por primera vez cara al agente 007. Protagonizó varias películas de la saga, todas ellas con enorme éxito de crítica y público, pero, el punto más álgido se alcanzó con James Bond contra Goldfinger (1964). En esta entrega, James Bond tuvo que lidiar con un poderoso magnate obsesionado con el oro. Queda para la posteridad la secuencia de la mujer en la cama bañada en oro.
Es habitual ver en las listas de mejores películas de aventuras a El hombre que pudo reinar (1975) de John Houston. La película se basa en un relato del ganador del Nobel, Kipling y cuenta la historia de dos aventureros (Sean Connery y Michael Caine) que viajan por la India para vivir anécdotas y convertirse en “reyes”. Una obra capital de la historia del séptimo arte.
Sean Connery también hizo de monje en la adaptación de la novela de Umberto Eco, El nombre de la rosa (1978). Una intriga acerca de las misteriosas desapariciones de monjes en una abadía situada al norte de Italia. La interpretación le valió un premio Bafta a mejor actor.
El único Oscar en la carrera del actor lo ganó gracias a su papel secundario en la cinta dirigida por Brian De Palma, Los intocables de Elliot Ness (1987). Ambientada durante la Ley Seca de Estados Unidos, un grupo de policías (compuesto por Kevin Costner y Connery entre otros) intentan dar caza a uno de los mafiosos más conocidos: Al Capone, interpretado por el mismísimo Robert De Niro.
Por último, otro de sus roles legendarios fue cuando interpreto al padre de Indiana Jones en la tercera entrega de la saga. Indiana Jones y la última cruzada (1989) fue fiel al estilo de las anteriores películas, al mismo tiempo que desarrollo su propio estilo. Un relato de aventuras centrado en la relación paterno-filial del protagonista del látigo y sombrero. Connery destacó haciendo de padre distante, escéptico, irritante, gracioso y despreocupado. Toda una leyenda.
Poco a poco estamos diciendo adiós a actores que formaron parte de nuestra infancia. Ver noticias como estas provocan un sentimiento de tristeza, pues una parte de nosotros también muere con ellos. Sin embargo, podemos rendir homenaje mediante el recuerdo y visionado de toda una vida dedicada al cine.