La felicidad adopta muchas formas, puede hacer acto de presencia en el interior de una persona, sin que sea una manifestación explícita. En otras ocasiones una mueca demuestra un estado de embriaguez, o una carcajada, que denota satisfacción. La risa tiene un poder curativo, casi mágico, porque aporta despreocupación a asuntos infelices. Si todos nos riéramos de nuestras desgracias, nos veríamos como personas menos desdichadas y seguramente más alegres.
Se dice que la risa es una buena medicación para tiempos sinuosos, por lo que, ante lo que nos estamos enfrentado estos días sería aconsejable emplearla más. Aquella persona que diga que no puede reír o ser feliz en esta situación, se está despojando de una manera de afrontar la situación mucho más lúdica y aconsejable.
Sonreír y reír, no es fácil, requiere esfuerzo por nuestra parte. La risa no viene dada, tenemos que acompañarla, darle la mano y decirla: “aquí estoy”. Cualquier situación es cómica, simplemente hay que mirarlo desde el prisma adecuado (jugar a juegos de mesa, ver la tele, una charla con amigos por Skype…). ¿Para qué restringirnos en el infortunio?, si podemos amenizar el día con una sonrisa transparente.
La risa también tiene beneficios positivos: reduce la ansiedad (libera dopamina lo que estimula nuestro bienestar), nos libera del estrés, mejora el sistema inmunológico (porque produce anticuerpos), mejora la función pulmonar, estimula la circulación sanguínea…
La risa reduce la ansiedad y nos libera del estrés
Algunas de las opciones para reír más y hacer los días más llevaderos pueden pasar por ver alguna de tus comedias favoritas. En mi caso, vería El gran Lebowski, Mejor imposible o La vida de Brian. Otra posibilidad es llamar a tus amigos por Skype y compartir momentos graciosos a través de la pantalla, porque somos humanos y necesitamos del afecto de las personas, aunque sea a través de la tecnología. También puedes ver programas de televisión amenos y lúdicos como Ilustres Ignorantes o La resistencia. Incluso Podcasts como Aquí hay dragones o Pegarle a la lejía.
La diversión no se reduce a salir de casa, tomar una cerveza, salir de discoteca, cenar en un restaurante…la felicidad está en cada rincón de lo que consideramos hogar y es importante encontrarlo y apreciarlo.
Por tanto, ante los tiempos difíciles que nos ha tocado vivir, lo adecuado es ofrecer la mejor cara posible, para sobrellevar la situación con una sonrisa en la boca. Pues como decía Victor Hugo: “La risa es el sol que ahuyenta el invierno del rostro humano.»