Loewe nos sorprendía ayer con una nueva colección llena de figuras y texturas que desafiaban el mundo de la moda. Su diseñador, Jonathan Anderson ha creado una tendencia digna del arte contemporáneo actual y que, no tiene nada que ver con lo que hemos visto durante esta Paris Fashion Week.
Si tuviésemos que definir la pasarela de Loewe en una sola palabra, sería figuras. Desde el calzado a las prendas, todo se resume en un juego de volúmenes asombroso. Obviamente, no bajaremos así a comprar el pan, porque los diseños son dignos de lucir en ocasiones especiales y reducidas. De hecho, muchos de los conjuntos son surrealistas.
¿Te imaginas llevar los tacones guardados en tu vestido? Loewe ha diseñado justamente eso. Un traje que aparentemente es sencillo, sin magas, blanco, pero que en ambos laterales de la silueta llevan dos vestidos. Muchas veces la moda se define como esos cuadros llenos de trazos que no entendemos, pero que, el artista le encuentra su significado. Es justo lo que ha sucedido con Loewe.
Lo que vemos, es lo que Jonathan buscaba. No tenemos porqué entender la moda, a veces con solo mirarla e impresionarnos, basta para la firma. Lo que más ha centralizado esta nueva apuesta, han sido los vestidos ajustados al cuerpo. Si bien, en ninguno de los casos ha estado protagonizado por ese ajuste a la silueta, sino por algún elemento que sale de lo común.
Todas las prendas han jugado un papel. Hemos podido ver cómo lo ajustado, el volumen y los pliegues han entrado dentro de la partida. Los tacones, han sido otro elemento clave. Cuando la vestimenta lo requería, el calzado cabía dentro de lo que tenemos entendido como normalidad. Pero, si encajamos un vestido liso, sin mucha figura, ahí estaban los tacones con lazada XXL para destacar.
La tendencia furry no ha podido faltar en el desfile de Loewe. Sigue la idea de salirse de lo convencional, donde las pieles han estado presente en faldas, o incluso, en el calzado.