La Semana de la Moda en Madrid ha comenzado fuerte esta 75º edición. El encargado de abrir la pasarela en IFEMA fue Pedro del Hierro. Su colección “Reverse” nace del disfrute, la diversión y la felicidad, así se ha podido ver en sus diseños. Líneas sencillas y rectas, cómodas y elegantes. Donde se veían paralelismos entre hombres y mujeres, para disfrutar de la transición entre el día y la noche. Tonos oscuros, pero también vivos como el rosa y el rojo, el tejido de terciopelo predominaba en todas sus prendas. Prendas de tirantes y aberturas en la espalda, lazos sueltos y largas colas en los vestidos, dando sensación de relajación en el movimiento.
Agatha Ruiz de la Prada sorprendió a todos con sus colores llamativos y su música animada, como siempre, un espectáculo muy deseado. Pero centró el protagonismo a la bandera de Ucrania, la encargada de abrir y cerrar el desfile, acompaña siempre de cinco niñas pequeñas presentando la colección infantil. Aún así, la elegancia de su sentido común y su concepto de color, nos dejó con la boca abierta una vez más con sus combinaciones arriesgadas, sus altas plataformas y sus grandes bolsos en forma de flor.
Yenés Suelves volvió a desfilar con las rosas como protagonista. Música en directo y grandes hombreras t mangas abullonadas que eran protagonistas. La pregunta clave era “why?” y la respuesta era el sentido de la historia de las prendas, simbolismo y el porqué de las cosas, así como su creencia imprescindible. Transmitiendo la esencia de la marca.
Malne nos transmitió la inmortalidad en la belleza, tan efímera e inolvidable. Su calidad en los brillos de los trajes nos deslumbraba y la exposición en la pasarela no tenía precio. Su arte cotidiano y espontaneidad en la presentación, era inalcanzable. Además de destacar su diseño, también cabe resaltar la exposición de los trajes en la pasarela, con un arte y elegancia supino.
Dominnico levantó al público de sus asientos como de costumbre, y no sólo por la música. El cuero fue el plato fuerte de todos los trajes, así como sus tradicionales chupas. Pero además, las transparencias negras combinadas con colores fluor y las minifaldas. Además, los trajes de colores pastel en tonos rosas y verdes. Con esta propuesta, buceamos en los orígenes del cyberpunk y en el grunge a través de siluetas de líneas aerodinámicas con aire retro.
Pablo Erroz se centró en la producción local y en su apuesta por la artesanía española para celebrar su décimo aniversario agradeciendo a todo el mundo que le ha estado apoyando en todo este tiempo. Colores neutros, claros, ocres, marrones y rojos, con estampados de cuadros y superposiciones de prendas. Dando sensación de naturalidad y comodidad al mismo tiempo. Todo ello se sumaba a su propuesta de prendas unisex, atemporales, con un discurso por detrás. Inspirando y transmitiendo la importancia de la evolución de los tiempos y el saber valorar la cultura y tradición de nuestro país.
Pertegaz presentó una colección para viajar a la Barcelona de los años 60, en tiempos de modernización y donde la silueta era visible y la ropa colorista. Una mezcla de detalles sesenteros con piezas clásicas y actuales. Looks retro, chics y de un estilo clásico renovado para vestir a la mujer del momento.
Roberto Diz se inspiró en el cine de los años 50 de Hollywood. Una inspiración que transmite elegancia y fluidez en sus diseños y en los movimientos de sus trajes sobre la pasarela. Vestidos largos desestructurados y con superposición de prendas. No podemos olvidar en estos conjuntos, los abrigos, que en muchas ocasiones se convertía en la pieza central de los diseños y fundamentales para completar los looks. Un estilo más madura que hemos podido apreciar por la falta de su tradicional toque sexy y su carencia de grandes adornos.