La joven cantautora gallega Yoli Saa afincada en Madrid publica su esperado primer disco “A golpes de fé’, un álbum en el que se ha volcado emocionalmente y que habla de todas esas experiencias vividas en propia piel que le han servido para crecer y conocerse mejor a si misma.
“Siento que cada una de las canciones que forman este disco me ha enseñado algo importante; lo que quiero y lo que no quiero en mi vida, las cosas que me hacían bien y de cuáles necesitaba huir, y, sobre todo, donde quería estar y con quién. Cada canción marca un momento, un sentimiento, una sensación. Componer este álbum ha sido un gran aprendizaje de vida”
El disco de Yoly Saa respira verdad. Confiesa que añora Galicia, su tierra. El Exilio habla de irse de un sitio en el que no te quieres a ti mismo y Cuando yo estoy lejos de la impotencia de dejar ir a una persona a la que amas. Al final todo encuentra su lugar en La Luz, que cierra el disco y cuenta el momento en el que descubres cuál es tu camino. La culminación perfecta para un álbum en el que cada una las canciones es un golpe de realidad que duele, pero que adelanta un final feliz.
A nivel estético ha querido plasmar que “A Golpes de fe” está escrito en una época de luz y felicidad en la que ha creído en la música y en las personas que la rodean. Colores claros y elegantes que consiguen darnos la idea de pureza. Visualmente nos lleva a relacionarlo con la religión, la fe. La música y estas canciones han sido su salvación, su manera de salir adelante y así lo ha querido plasmar.
Tras dejar su Galicia natal tres años atrás y plantarse en la capital con la intención de hacerse un hueco en el panorama nacional musical, llegó su primer EP, «Magma», con el que se ha posicionado como uno de los talentos emergentes más prometedores del país. Compositora de grandes artistas de la talla de Malú o Luz Casal, destaca por la emoción que desprende en sus impecables directos, tan emocionantes y desgarradores como cada una de sus letras, escritas “A golpes de fe”. Yoly Saa es una delicia para los oídos más exigentes.