Dicen que la vida son dos días y que uno está lloviendo. Sí, eso puede ser cierto, pero si es en el País Vasco, no nos quejaremos. Hoy, te narramos uno de los viajes con más magia de España, nos montamos en el coche para recorrer durante las próximas 72 horas, Euskadi. ¿Tienes pensado visitar este verano la costa norte de nuestro país? Tenemos la ruta perfecta. De hecho, un road trip puede ser tu mejor aliado para disfrutar de la gastronomía y el turismo de cada una de las ciudades que encuentras a tu paso. Para esta experiencia, elegimos los coches eléctricos de Mercedes-Benz con los que podremos hacer un turismo de interior-costero y apostar por la mejora del medio ambiente de la mano de Silken Hoteles que nos descubrirán los hoteles más aconsejables si viajamos en coche al País Vasco.
Primer día: Visita a las bodegas Villarrica y llegada a Laguardia
Comenzamos el viaje en Madrid. Salimos desde el Hotel Silken Puerta de Madrid donde ponemos rumbo hacia un viaje que resultará de lo más cómodo y en la mejor de las compañías. Después de varias horas de viaje, llegamos a nuestra primera parada. Visitamos las bodegas Señorío de Villarrica, un lugar emblemático situado en La Rioja-Alavesa y donde se hace uno de los vinos más cotizados de la región. Los responsables de la bodega, nos enseñaron sus majestuosas instalaciones y nos descubrieron el gran poder del vino en la provincia. Además, pudimos hacer una cata de vinos blancos y tintos, durante un almuerzo al más puro estilo riojano. Tras la visita, emprendimos camino hacia el Hotel Silken Villa de Laguardia, junto a una de las fases clave del Camino De Santiago. Una parada para dormir en uno de los hoteles más demandados por el enoturismo en España, que goza de cargador para los coches eléctricos y un maravilloso spa donde podrás relajarte con vistas al valle. Un lugar único y donde la magia de su enclave te envolverá por completo y más, si te gusta la naturaleza.
Segundo día: Paseo en globo y visita a la costa de Lekeitio
Despertamos muy temprano para hacer una de las actividades más esperadas del viaje, el paseo en globo. Entre nervios y mareos, descubrimos todos los entresijos del montaje de un globo. Una experiencia única, sobrevolar el territorio español y verlo desde las alturas a más de seis mil pies, fue un momento inolvidable. Una experiencia que se debe hacer una vez en la vida. De hecho, no importa con quién, amigos o familiares. Merece la pena. Tras bajar del globo, la empresa que organiza, te dotará con un diploma de tu bautismo en las alturas y además, te ofrece un desayuno riojano-alavés, que te quitará todos los males.
Continuamos con el viaje, hasta la costa de Lekeitio y , entre curvas y curvas para llegar al destino, sonaba en el coche eléctrico, ‘Tacones Rojos’ de Sebastián Yatra, siempre amenizando cualquier viaje que te propongas. Llegamos a Lekeitio, en la costa del País Vasco, un lugar maravilloso donde emprenderemos una nueva aventura. Paramos en el Hotel Silken Palacio Uribarren, donde disponen de unas vistas espectaculares al mar cantábrico y cargador para coches eléctricos (imprescindibles en este viaje). Tras la parada, embarcamos en un barco que nos conocería la costa de Lekeitio y los trucos de sus habitantes para disfrutar de los momentos más idílicos de la ciudad. Pero, no todo se quedaba ahí, el club náutico de la ciudad, nos acogía para dotarnos con la mejor gastronomía de la costa vasca y unas vistas impresionantes al acantilado con las que brindar con un vino de la tierra, fue mucho más fácil. Por último, emprendimos camino a Durango, donde se encontraba el Silken Gran Hotel Durango y descansaríamos hasta la mañana siguiente. Un día agotador, pero inolvidable.
Tercer día: Descubrimos el Valle Salado de Añana y vuelta a casa
Amanecía en Álava un día maravilloso y soleado. Tras desayunar, comenzó el último día del viaje. Montábamos en el Mercedes-Benz y nos dirigimos al Valle Salado de Añana, unas salinas en pleno valle de interior de la península y donde se hace una de las sales más cotizadas a nivel nacional por los chefs de nuestro país. Sin duda, es un lugar espectacular (eso sí, si está soleado hidrátate bien, porque hace mucho calor). La responsable de la visita nos contó que la sal que tomamos tiene más de 3 millones de años y el proceso de la sal se hace dentro de las salinas más importantes de la región. Una visita muy recomendable porque se aprenden cosas que jamás esperarías. Además, te podrás dar un baño de pies y manos en agua salada con las que lograrás una piel ideal. Por último y tras la visita, llegamos al Hotel Silken Ciudad de Vitoria, donde tomamos un pequeño cóctel de despedida antes de volver a Madrid y volver a la normalidad.
Este viaje sostenible al País Vasco es, sin duda, una de las opciones más rentables para unas vacaciones en familia. Además, tendrás experiencias que puede que nunca vivas y harás un tipo de turismo distinto al habitual. De hecho, si te apetece hacer un turismo sostenible por Euskadi, podrás hacerlo de la mano de Basquetour, una agencia vasca especialista en ello.