¿Eliges solo las vacaciones por descansar o te gusta vivir una experiencia desde el principio hasta el final? Hay veces que no nos damos cuenta pero los hoteles donde nos alojamos cuentan más de lo que imaginamos, hay lugares que son únicos y que no solo se trata de simples paredes o estancias, lo más importante son los detalles y los muebles para hoteles pueden contar mucho más de lo que piensas. ¿Quién no se ha parado a observar un salón emblemático de cualquier hotel de la época medieval en nuestro país? Si lo has visitado, sabrás que sus pasillos y sus salones, cuentan grandes historias. Pues con los muebles de los hoteles, pasa lo mismo.
Ser únicos es complicado, todo está inventado pero, tener un estilo propio, si es posible. Eso es lo que pasa con algunos hoteles, que sus estancias se convierten en lugares donde las experiencias se cuentan solas. Hay lugares donde los muebles cuentan una historia que se convierte en la gran protagonista del lugar. De hecho, las grandes piezas clave de los hoteles, son los muebles que lo componen, cada sofá, mesa o silla, habla de sofisticación, arte y mucho deseo por el triunfo. Los fabricantes de muebles de hotel tienen una capacidad intelectual de hacer brillar las piezas en las estancias favoritas de los huéspedes, como Beltá Frajumar, fabricante de mobiliario de diseño y de lujo para hoteles, restaurantes y living. De hecho, bailar en el salón de un hotel al más puro estilo romántico o leer un libro en la biblioteca más sofisticada, son momentos únicos que crean experiencias sensoriales en aquellas personas que se hospedan este lugar idílico.
Hay hoteles en España donde la historia se cuenta sola. Los muebles son los protagonistas como en Málaga, Barcelona, Alicante o San Sebastián, lugares de mucho turismo y donde la gente no solo disfruta de los paseos por las calles de la ciudad, también del enclave de su hotel. Brillar es cosa de muchos, triunfar es cosa de pocos y solo los grandes profesionales pueden hacer que una estancia de un hotel se convierta en un gran éxito.
Lo más normal es repetir por el trato y el servicio. Pero, cada vez más turistas, repiten en un hotel por su belleza interior, sus pasillos, su decoración, su historia. Una historia que se cuenta desde el punto de vista de unos fabricantes que hacen grandes reliquias y que son capaces de convertir un espacio vacío en un gran lugar para acoger a los clientes más exigentes.