Las cirugías de aumento son, desde hace un tiempo, una de las operaciones más demandadas durante cualquier época del año, considerando el último trimestre su momento más aclamado. Pese a ser una operación sencilla y muy común entre las mujeres de un amplio rango de edad, lo cierto es que, en muchas ocasiones, existe un cierto desconocimiento acerca de esta intervención.
Entre los 2 tipos de implantes que existen a día de hoy (solución de agua salada y rellenos de gel de silicona), el segundo de estos procedimientos se ha convertido, por más de medio siglo, en una de las técnicas más frecuentes dentro de la cirugía plástica. Así lo asegura el Dr. Richard Fakin, reputado cirujano plástico y especializado tanto en cirugía plástica como en medicina estética y pionero en España en cirugía reconstructiva, y quien además de hablar sobre este método para el que destaca el uso de prestigiosas marcas como Motiva, B-lite o Nagor, nos resuelve todas las dudas sobre las prótesis mamarias antes de someterse a esta intervención.
¿De qué están hechos los implantes mamarios?
Como venimos señalando, las prótesis mamarias pueden ser de dos tipos: gel cohesivo de silicona y de suero salino. El primer modelo está considerado el relleno tradicional, siendo una sustancia a modo de gelatina con una consistencia similar a la mama, frente a la prótesis de mama de suero fisiológico, una mezcla de agua y sal en una concentración similar a la del cuerpo humano.
En el caso del Dr. Richard Fakin, todos sus implantes son de silicona de última generación «siendo un procedimiento eficiente y seguro». Además, este prestigioso cirujano es uno de los pocos autorizados en el sector a utilizar los implantes Motiva, formando parte como socio de MotivaJOY en Madrid y en Zurich:«Las moléculas de silicona están unidas tridimensionalmente, lo que garantiza que el gel cohesivo de silicona no pueda salir de la cubierta de silicona, incluso en el caso extremadamente improbable de que se rompa el implante». Además, es importante saber que «la cubierta de silicona va desde la ausencia de textura (lisa) hasta diversas texturas (sensación de papel de lija muy fino), dependiendo de la marca y el modelo». En el caso por ejemplo de los implantes B-lite, «el gel de silicona estándar cuenta con un refuerzo adicional de microesferas, lo que hace que sea más ligero».
Además, Fakin asegura que esta intervención es compatible con otras tales como «levantamiento de senos y/o transferencia de grasa». En cualquier caso, para conseguir el resultado deseado, el reputado cirujano plástico señala que desde su clínica cuentan con la posibilidad de realizar una simulación 3D o con prótesis de prueba y que el implante se escoge junto al paciente en una cita previa.
¿En qué lugar se colocan los implantes mamarios?
Se trata de una de las preguntas más frecuentes entre las personas interesadas en este tipo de intervención. Existen 3 zonas en las que se pueden colocar estas prótesis:
- Por encima del músculo pectoral grande, debajo del tejido mamario (subglandular)
- Por debajo del gran músculo pectoral y su tejido conectivo (submuscular)
- De tal manera que el polo superior del implante está cubierto por el músculo pectoral mayor, mientras que el polo inferior se encuentra predominantemente subglandular (doble plano). Aquí el músculo se divide a lo largo de su dirección anatómica de fibras, evitando cualquier déficit funcional.
Para ello desde la clínica Dr. Richard Fakin aseguran que «el criterio más importante para decidir la posición del implante es el grosor de la piel que cubre el polo superior y la cantidad de tejido graso subyacente».
¿Cicatrices tras la operación?
En esta intervención el doctor asegura que «dependiendo del modelo y del tamaño del implante, las incisiones tienen una longitud de entre 2,5 y 3,0 cm y su colocación varía según sus preferencias».
¿Por qué zonas se realiza la incisión?
- Pliegue inframamario: en el propio pliegue de la mama y deja cicatrices poco visibles.
- Periareolar: Colocada dentro de la areola pigmentada y también deja cicatrices apenas visibles.
- Transaxilar: se realiza en la axila y no deja cicatrices molestas. En este caso sólo son visibles si se coloca con los brazos elevados detrás de la cabeza, por ejemplo, mientras se toma el sol o se duerme.
Entre las 3 alternativas, el Dr. Fakin prefiere el acceso a través del pliegue inframamario, “a menos que el aumento de pecho se combine con una elevación de pecho simultánea”. El acceso a través del pliegue inframamario “muestra la menor incidencia de fibrosis capsular a lo largo del tiempo”.