La jornada del sábado en el Primavera Sound Madrid tenía una gran protagonista, Rosalía. La cantante que se ha convertido en una superestrella internacional acaparó la mayor atención de la noche. Este contexto fue muy favorable para una actuación que resultó ser espectacular, y tanto el público nacional como internacional quedó rendido ante la inigualable voz de Rosalía, su cuidada coreografía con sus ocho bailarines y la escenografía. Verla en directo es todo un espectáculo y no pudo ser de otra manera porque en esta edición del festival en Madrid lo volvió a confirmar.
El show estuvo muy centrado en las canciones de su etapa más recientes, y la voz de Rosalía se unió a la de miles de personas para cantar temas como Saoko, Despechá, que contó con una parte acelerada del remix, o Bizcochito. Los géneros pop, reggaetón y los sonidos experimentales se unieron con toda la esencia y personalidad de la cantante, que también mantiene su voz más aflamencada. Nos dejó a todos deslumbrados cuando se sentó frente al piano dispuesta a entonar esa maravillosa balada que es Hentai. También, tuvo tiempo para seguir reivindicando su etapa anterior con una gran interpretación de Malamente.
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El espectáculo calculado y coreografiado hasta el último golpe de melena era similar a la gira que ofreció el verano pasado en España. Miles de fans se debatían entre bailar, saltar y grabar con el móvil. Muchos de ellos lucían con una estética inspirada en la joven, algo que explica el grado de identificación que muchos jóvenes han establecido con la artista, al ser una de las voces de su generación. Una hora y diez minutos de actuación dejaron un poco la sensación de ser algo escasos para tratarse del gran concierto de la jornada, la gente hubiese querido mucho más.
En definitiva, la realidad es que Rosalía lo ha petado, aunque quizás con algo más de tiempo hubiese sido todavía más bestia.
Texto: María Tobajas