La pasada noche, Ramón Melendi Espina, más conocido como Melendi, llenó el auditorio de Starlite Festival para llenar de pasión y sabor, una noche dónde el calor fue el gran protagonista entre el patio de butacas y el cantar de sus canciones (a gritos) las cómplices de la velada. Pero, aunque no fuese su mejor noche, vocalmente hablando, el cantante lo dio todo sobre el escenario y llenó de luz y pasión cada uno de los extremos de ese escenario.
Marcaban las 22:10 de la noche (y 32 grados en el termómetro) cuando daba comienzo el primer concierto, de los dos que tiene este verano, en la cantera de Nagüeles, de su gira ‘Cerrando Cicatrices‘, un tour que lleva por toda España y que promete mucha pasión y entrega sobre el escenario. Mientras sonaban los primeros acordes de ‘Likes y cicatrices’ o ‘De pequeño fue el coco’, todos esperábamos para corear sus canciones más conocidas. Melendi es un artista de método y aunque su directo, dejó mucho que desear, aparentemente, por un problema de sonido, el público estuvo entregado toda la noche.
Desde ‘Un violinista en tu tejado’ hasta ‘Tu jardín por enanito’, pasando por ‘Caminando por la vida’, ‘Con una sonrisa’, ‘Déjala que baile’ o ‘Tocado y hundido’, el artista lo dio todo sobre el escenario. Bueno, sobre él y debajo, ya que fue capaz de coordinar un paseo ante su público mientras que le cantaba mirando a los ojos a cada uno de los asistentes. Melendi sabe que su fuerte no es la voz (de hecho confirmó que no era Beyonce) pero, la entrega y el compromiso con cada uno de sus seguidores es único, eso dice mucho del artista.
Pero, el gran momento llegó cuando en el minuto cumbre de la noche, y aún con 30 grados de temperatura, comenzó a cantar ‘Destino o casualidad’, una de las canciones más profundas y donde llegó a emocionar a los allí presentes. Después, nos dejó con el buen sabor de ‘La promesa’ que concluyó con el famoso grito de: »Otra, otra, otra». Y, tras la insistencia del público, cumplió su palabra y llegó para sorprendernos al piano con ‘Cheque al portamor’, el primero que firmaría en la primera noche de Starlite.
Melendi se despidió con ‘Lagrimas desordenadas’, dando por concluido un concierto donde hizo alarde de su mal directo pero brilló por su compromiso, entrega y show (aunque hubiese momentos donde la comicidad, fuese un poco vergonzosa). Un viaje en el tiempo, disfrutón y con buenas canciones, así fue el concierto de Melendi sobre las tablas de Starlite Occident.