El pasado viernes 19 de mayo, el diseñador malagueño Álvaro D’Olmedo presentó su nueva colección ‘Yes. #StopBullying’, de cara a la temporada Otoño/Invierno 2018. La cita se celebró en el Contenedor Cultural de la Universidad de Málaga, donde se reunieron diferentes artistas del sector, influencers, modelos, diseñadores y prensa nacional.
Una colección en contra del bullying y el mobbing ligada a una campaña reivindicativa, en colaboración con la UMA, por la lucha de una ley que tenga en consideración a las personas que sufren este tipo de situaciones. Junto a D’Olmedo, colaboraron el equipo de peluquería de Rafael Bueno Peluqueros, recientemente galardonado con el Premio The Style Master de Revlon, que lo posiciona en uno de los mejores peluqueros del mundo, y por otro lado, el maquillaje corrió a cargo de Estefanía Malagón.
YES, una colección basada en sentimientos y realidad. El bullying y el mobbing son uno de los problemas principales de la sociedad actual y la moda es un medio de trasmisión de sentimientos llevado por hilos que enredan nuestras emociones y los convierten en representaciones artísticas. Esto hace que, en esta colección, podamos ver el sentimiento que crece en el interior de una persona que sufre bullying a diario.
Esta colección nació hace 12 años, cuando un crío de 11 años se encontraba inmerso en un mar de dudas y aún no conocía el camino de la sexualidad. Los sentimientos y emociones que sufre en su interior son consecuencia de numerosas mentes cerradas que convierten su infancia en un auténtico tormento. Cada diseño lleva un poco de verdad, un poco de realidad, que el diseñador Álvaro D’Olmedo quiso transformar en moda.
Una colección repleta de tejidos como lúrex, gasa y neopreno, en diferentes variedades; tejidos que representan la rigidez, transparencia y presión que sienten cada uno de los afectados en el mundo en el que están atrapados. Formas y volúmenes, que dan nombre a los sentimientos de cada una de las víctimas: vacío interior, desnudez o la sensación de asfixia. Complementos, como cremalleras con un profundo significado, heridas y cicatrices que dejan secuela en la piel de las víctimas, unas heridas tejidas en lana artesanalmente que les dejará marca durante toda su vida. Prendas superpuestas y la combinación de colores como el beige, azul, dorado y negro, expresan el reflejo del rostro de los afectados en cada uno de los diseños; un reflejo que combina la realidad con el sufrimiento y la transición de la oscuridad a la luz, una luz que descubrirán cuando la sensación de rechazo desaparezca y se convierta en su vía de escape: personas que volarán libres hacía un nuevo mundo.
El evento tuvo su clausura con un photocall donde se expusieron los modelos, y un cóctel donde no pudo faltar el champán. Álvaro D’Olmedo no deja de sorprendernos, y ahora sí, Yes. #StopBullying.
Fotos: Jesus Martin Molin