El regreso a París de la casa de Alexander McQueen, para presentar su colección masculina después de una pausa de varios años, ha sido una gran victoria para la temporada de pasarelas de la ciudad, especialmente, dada la bravura y belleza de su colección de primavera-verano 2018.
Uno de los trabajos con mayor calidad de producción de su directora creativa Sarah Burton, que se presentó en los jardines de Orangerie en Luxemburgo el pasado domingo 25, con motivo de la Semana de la Moda Masculina de París.
Una colección de costura masculina donde la calidad pura de los materiales, la complejidad de lo diseños y la belleza de los adornos, todos combinados, fueron su seña de identidad.
Sobre la pasarela, una capa abotonada con solapas de pico de tela negra dio el pistoletazo de salida a un desfile, donde también pudimos ver elegantes trajes de chaquetas, que se entremezclaban con looks más roqueros compuestos por chalecos en cuero. El estilo bohemio y japonés también hizo acto de presencia con amplias camisas estilo boho que nos trasportaban a las blancas playas ibicencas.
Para esta presentación la firma jugó con diferentes tipos de telas como cuero aglomerado, cuero lavado, seda, prendas de punto, denim, jacquard o lana, manteniendo la precisión de la siempre elegante sastrería.
Una amplia gana de colores compuesta por: negra, beige, blanca, marfil y un gran toque de escarlata y rojo sangre daban el toque de color a las prendas.
Un regreso triunfal para una colección llena de matices y estilos que envolvió a la pasarela parisina del espíritu del recordado diseñador inglés.