Cada colección tiene para el diseñador un punto de partida, un punto de inspiración que le hace imaginar y plasmar en bocetos sus prendas en base a algo o a alguien. En esta ocasión, María Escoté, nos ha sorprendido con su modelo e inspiración: la mítica Lady Di. «Ella ha sido mi referente en moda desde que la vi vestida de novia, la he admirado desde niña», comentaba tras el desfile.
Esta diseñadora se esta ganando a pulso el favor de todos los entendidos de la moda, que ven en cada colección un alto grado de madurez, colecciones más sutiles y calmadas que pueden verse a pie de calle. Aunque siempre con su toque de ochentero y color. Esencia que nunca cambiará.
En esta colección hay tres prendas clave, tres prendas que María ha «calcado» de la propia Diana. El primero, el jersey de punto rosa en que se puede leer «I’m a luxury», muy semejante a uno que lució Lady Di en 1987 junto a sus hijos. El segundo calco ha sido otro jersey, este igual lo recordáis mejor, el estampado era de ovejas blancas excepto una que era negra. En esta ocasión, la diseñadora lo versiona en un chaleco. Y la última un vestido rojo de tirantes e hilo dorado.
“Esta colección habla de ella, de esa persona inteligente, de una mujer que es lo que no se espera de ella”.
La esencia de María siempre esta presente en las colecciones, sea cual sea el motivo de inspiración. Los minivestidos ajustados y unidos en la cintura con aros; los vestidos asimétricos o las prendas oversizes que tanto usa esta diseñadora, como americanas de talle largo.
Y como siempre, toda colección de María hace un guiño a los años ochenta con drapeados, fruncidos y mangas abullonadas. Además del gran juego cromático que podemos ver en toda la colección, tanto en estampados florales como geométricos, una versión más prometedora y poderosa de María Escoté.