La 67 edición de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid promete ser una de las más recordadas de los últimos años, y es que, tras solamente dos jornadas de desfiles, podemos afirmar categóricamente que la moda made in Spain se encuentra en su mejor momento.
Uno de los artífices de esta realidad es Jorge Vázquez, quien esta tarde ha querido trasladarnos a los años 80, con una colección que muestra la dualidad de dos personalidades muy diferentes, dos estilos de mujer que marcaron un hito con la mítica serie Dinastía. Y es precisamente, «Dinasty», el nombre con el que Vázquez ha bautizado la colección que ha presentado en la pasarela madrileña y en donde se ha servido de los personajes encarnados por Joan Collins y Linda Evans, para presentar a una mujer que encarna a la perfección, los valores que quiere transmitir con su propuesta para la próxima temporada otoño-invierno 2018: el poder y la sofisticación.
El gallego ha sorprendido con una colección donde priman líneas sencillas y con caída gracias a tejidos como el terciopelo, el raso y el plumeti, que se funden con otros materiales como el satén y el macramé. Los bordados con plumas, lentejuelas y flecos se encuentran en la mayoría de las piezas dotándolas de gran sofisticación. Prendas ultrafemeninas, frescas y llenas de movimiento con las que logra inmortalizar la elegancia de la mujer.
«Dinasty»apuesta fuertemente por el negro, el rosa, el rojo o el dorado, dándole un puesto importante en su colección a las pieles. Vemos distintas versiones del minivestido negro, un clásico en la década de los 80, que remata con lazos en los puños.
Priman los detalles lenceros que decoran escotes y las lazadas laterales que embellecen a monos y vestidos de patrón asimétrico. Los vestidos de coctel y noche juegan con el color y los estampados dando ese punto de femme fatale a lo Alexis Colby.
Destacan así mismo, dos piezas en cuadros masculinos y sastres potentes en rayas generosas que llevan pantalones muy amplios. Vázquez mezcla prendas serias con otras más deportivas, como las camisetas y sudaderas con su nombre, mezclando lo sport con el aire glamuroso y sofisticado de la colección.
Las modelos han llevado accesorios muy «eighties», aros metalizados XXL, bolsos joya y gafas de sol «cat eye» que contrastan con la ligereza del maquillaje, y la sencillez de los peinados.
Un desfile dedicado a la feminidad de la mujer trabajadora, independiente que le gusta sentirse sexy y poderosa, y que tanto nos gusta ver sobre la pasarela.