Moschino es sin duda la firma más esperada y deseada de la semana de la moda de Milán. La marca italiana se ha hecho con un merecido número de calificativos que enganchan: sus propuestas son sorprendentes, excesivas, extravagantes, irreverentes, icónicas y divertidas. Sus colecciones perduran en el tiempo, en la memoria de la gente que vive el mundo de la moda con intensidad y admiración.
Poco queda ya de esa marca nacida en los ochenta con la finalidad de crear trajes económicos, útiles y prácticos, y su renovada versión en el punto opuesto al de partida parece que le ha ido mejor. En el 2013 Jeremy Scott es nombrado director creativo y llega dispuesto a poner patas arriba el concepto de la moda, empezando por subir a la pasarela al mismísimo Bob Esponja o a la muñeca Barbie.
Quizá por lo anteriormente mencionado sea más sorprendente el motivo de inspiración de la colección otoño invierno 2018/2019, uno de los iconos de moda de la década de los sesenta: Jackie Kennedy. Y es que la mayor parte de los estilismos nos recordaban a ella: los trajes de chaqueta y falda por la rodilla, los vestidos ajustados en la cintura, los guantes e incluso el sombrero pill box, todo sin demasiada ornamentación y con unas líneas muy sencillas y depuradas.
La variación estaba en los colores vibrantes que desfilaban uno tras otro: naranja, amarillo, fucsia, morado, verde, simultaneados con un estampado de viñetas de cómics al mas puro estilo pop art de Roy Litchtenstein. Incluso se aplicó a la caracterización de muchas de las modelos que salieron a desfilar como si de alienígenas se tratase, un guiño muy futurista pero también muy sesentero.
Tras esto se dio paso a los estampados geométricos: rayas verticales, zigzag, formas circulares… Y por último la parte final en la que aparecen en escena una serie de vestidos que nos recuerdan mucho más a la década de los ochenta. De diferentes largos, juegan combinando texturas más lujosas con lentejuelas doradas y plateadas, lazos y asimetrías. El negro contrasta con tejidos de colores vibrantes, y también tienen cabida las transparencias. La forma del rayo aparece rompiendo el patrón en muchas de estas piezas, dando el toque desenfadado y divertido.
Entre las modelos que desfilaron para Moschino pudimos ver a Kaia Gerber, Joan Smalls o Gigi y Bella Hadid, varios platos fuertes que revalorizan todavía más esta marca.
IMAGENES: ELLE (Imaxtree)