El inicio de la Milan Fashion Week ha sido extraordinario y la colección presentada por Alessandro Michele, director creativo de Gucci así lo confirma, con una inquietante propuesta llena de figuras mitológicas, entre ellas, extraños animales y réplicas de cabezas de los modelos en la pasarela.
Una puesta en escena a la altura de la colección, presagiaba lo que prometía ser un espectáculo en toda regla. Dos camillas de hospital con sábanas verdes, iluminadas por grandes lámparas quirúrgicas que colgaban del techo, dieron vida a una pasarela sumergida en un color verde azulado, que creaba la atmósfera perfecta para un desfile que no dejó a nadie indiferente, y que sirvió para presentar sus propuestas para la próxima temporada otoño-invierno, tanto para mujer como para hombre.
Pasamontañas, velos de encaje y joyas sirvieron para ocultar los rostros de varios modelos y muchos de ellos desfilaron con dragones falsos y cachorros de serpientes.
Las mezclas de estampados y de tejidos se vieron en «looks» como los compuestos por chaqueta de punto gris y negra sobre vestido de seda de estampado floral y pantalones de «príncipe de gales», o chaqueta gris de traje con pantalones vaqueros cortos sobre medias semitransparentes blancas.
También las camisas de vestir a rayas azules y blancas se lucieron bajo abrigos acolchados en colores teja y bufandas de lana en verde, amarillo, negro y rojo.
Otra de las propuestas más llamativas de la colección de Gucci, fue la utilización de fundas protectoras para la ropa, transparentes, que las modelos llevaron sobre vestidos de seda y abrigos de pelo.
Además, las iniciales de Nueva York inundaron abrigos azules con estampados florales, chaquetas de tejido «tweed» grises, zapatos de piel negros y gorros con orejeras, en un desfile en el que las joyas tuvieron gran protagonismo.
Como complementos, Gucci apostó por pañuelos de seda con estampados diversos, gafas grandes de cristales transparentes y de sol con montura triangular y bolsos de ante en sus colores estrella: verde, rojo y azul oscuro.
En cuanto al calzado, las zapatillas deportivas con cordones, las sandalias planas y los zapatos con abertura anterior y tacón ancho fueron los protagonistas.
Un verdadero show de ciencia ficción, con unos modelos que nos transportaron a un universo paralelo en donde el complemento estrella era un bolso que simulaba una inquietante reproducción exacta de la propia cabeza de algunos maniquíes. Una auténtica sorpresa que rompe con la seriedad y formalidad a la que nos tiene acostumbrados la veterana casa italiana y que, de vez en cuando agradecemos.