El Museo Cristóbal Balenciaga de Getaria (Gipuzkoa) inauguró su exposición cumbre del año que refleja el valor patrimonial del legado del modisto a través de ochenta piezas, distribuidas en orden cronológico, que permiten ver la evolución de este gran genio, que con su elegante saber hacer vistió a las grandes divas de la época, como a la inolvidable Ava Gardner.
La muestra, titulada «Cristóbal Balenciaga. Moda y Patrimonio«, ocupa 900 metros cuadrados y podrá verse hasta el 27 de enero de 2019.
La exposición, incluye ochenta referencias entre piezas de indumentaria, documentación y patrones, ordenadas cronológicamente en cuatro áreas temáticas que repasan la trayectoria del artista desde la apertura de su primer atelier en 1917 en San Sebastián hasta su retirada en 1968.
El montaje incluye así mismo, numerosos guiños a otras exposiciones dedicadas a la figura del modisto, quien ocupó el reinado absoluto en la alta costura internacional durante las décadas centrales del siglo XX y cuyos diseños son considerados hoy obras de arte.
De hecho, la exposición también refleja los cuidados a los que se somete cada vestido, quimono o complemento diseñado por este costurero de culto, cuyas icónicas creaciones visitan museos de todo el mundo.
Entre las piezas expuestas figura un deslumbrante vestido globo en tafetán de seda rojo, sometido a un minucioso trabajo de restauración, así como varios de novia, vestidos saco y «baby-doll», trajes sastre, capas, abrigos y otros complementos que se conservan cuidadosamente bajo estrictas condiciones de luz, temperatura y humedad.
La especial distribución de los modelos, ofrece al visitante un viaje por el ciclo creativo del modisto que permite identificar aquellos rasgos que los encumbran como un modisto atemporal, innovador, arquitectónico, revolucionario y moderno.
Los orígenes del maestro en Getaria, su admiración por la alta costura francesa, en concreto por Lanvin o Chanel, la apertura de salones en San Sebastián, Madrid, Barcelona y París, y hasta los uniformes que confeccionó para las azafatas de Air France están presentes en esta exposición.
La muestra coincide con el año en el que se cumple el medio siglo de la retirada de Cristóbal Balenciaga, que decidió dejar su profesión en 1968, cuando el «pret a portet» había democratizado la moda, pero no sus diseños, considerados patrimonio cultural.
Una oportunidad única para disfrutar en primera persona, del legado de uno de los grandes genios de la costura del siglo XX, el inigualable: Cristóbal Balenciaga.