A todo principio le llega su fin… El Festival de Cine de Málaga se termina.
Para ello, numerosas celebridades han acudido a despedir este evento de gran envergadura. Algunos nos han deslumbrado con unos estilismos dignos de la clausura, y otros… Será mejor que lo veáis.
Comencemos con las estrellas más bonitas de la noche.
No cabe lugar a dudas: Paula Echevarría ha sido una de las mejores vestidas de la noche. El vestido hipervaporoso y minimalista es de Temperley London. Un look elegante y de princesa, como nuestra Paula.
Otra de las mejores vestidas de la noche coincide con la firma de Paula, y esa es Ana Polvorosa. La actriz de las Chicas del Cable nos ha trasladado a los años ochenta con ese mono ancho de pedrería y bien armado de arriba. ¿Y lo bien que le quedaba qué?
Está claro que María León ha variado mucho en estilos, pero este diseño de Roberto Diz es increíble y le sienta como un guante. Un look geométrico, sencillo y minimalista. Un auténtico diez.
Sandra Escacena es una de las actrices más jóvenes que ha pisado este Festival. Debuta en la alfombra roja de las mejores vestidas con un vestido largo nupcial de Shopie et Voilà. Añade un toque de color con un clutch en color cereza. Sencillo, porque a veces menos es más.
El estilismo de Ana Fernández nos ha dado dolor de cabeza. No tenemos muy claro si la podríamos meter en el saco de las mejores vestidas, pero este look traído de Estados Unidos, de guipur blanco nos encanta. Es jovial, es divertido y es rockero. Porque Ana Fernández es una mujer que da mucha caña.
Después de todos los looks minimalistas y acertados de la noche, Manuela Vellés nos ha encandilado con este vestido azul de Fernando Claro. La sencillez ha primado en los estilismos diez, pero el corte recto, el escote y sobre todo, la pedrería, ha hecho que Manuela se haya convertido en una de las mejores vestidas de la noche.
Nos encontrábamos felices, contentos e incluso emocionados, porque España tiene mucho estilo, claro que siempre hay equivocaciones… Y errores más grandes, más frondosos y más oscuros que los agujeros negros de la Vía Láctea.
La primera que nos ha dañado la vista ha sido Loles León. La adoramos, pero se ha puesto un vestido con todos los jarrones de Vicent Van Gogh. Suspenso.
Cristina Castaño se suele caracterizar por aciertos en las alfombras rojas, pero esta vez ha patinado. Este vestido no hay por donde cogerlo. Lamé plateado, asimétrico y con aperturas que nos recuerda a una muñeca retales… ¿Glamourosa? Va a ser que no.
Belén López ha pegado uno de los patinazos de toda su carrera. Hay diseños que son arriesgados y sorprenden, y este nos ha sorprendido, pero para mal. Nos recuerda a una diosa griega mal parada. Ay, Belén; qué pena.
María Botto ha lucido un vestido que, si hubiera sido de su talla, podría haber estado dentro de las mejores vestidas. No estamos en la Edad Media, y solo hay que ver su pecho presionado. Respira, mujer; respira. Además, el clutch nos parece demasiado grande. Rompe la elegancia y la línea del estilismo. Suspenso.
Michelle Calvó y María León han asistido muy parecidas a la alfombra, con la diferencia de que a Michelle no le queda bien. Es un diseño difícil de llevar, demasiadas capas, le queda largo, y todo lo referente al beauty… Tampoco. Lo sentimos, Michelle; pero no.
Como decíamos al comienzo, todo principio nos conduce a su final. Hemos disfrutado mucho en las alfombras, cualificando, admirando y escribiendo sobre nuestras celebrities favoritas. No siempre se puede acertar. Por eso siempre hay ovejas negras en los rebaños y por eso las monedas tienen dos caras. Lo mejor es que sean ellas mismas, y aunque acudan disfrazadas, ¡oye! ¿Por qué no? Al fin y al cabo, las tendencias se reinventan constantemente y personas disfrazadas nos encontramos todos los días.