Meghan Markle ya forma parte de la Familia Real británica. Este sábado, la ex-actriz entraba por la puerta grande en la monarquía inglesa tras su boda de película con el príncipe Harry de Inglaterra en la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor. Horas antes de que se dieran el “sí, quiero”, se anunció que el matrimonio recibiría el título de Duques de Sussex, además, la Reina confirió a su nieto el título de Conde de Dumbarton y Barón de Kilkeel.
Para un día tan especial, la flamante nueva duquesa de Sussex lució dos espectaculares vestidos que no dejaron a nadie indiferente. El primer diseño elegido para dar el sí quiero, fue un precioso Givenchy de líneas puras. El enfoque del vestido fue el escote gráfico de bateau abierta que enmarcaba los hombros y enfatizaba la esbelta cintura esculpida. Una enagua en triple organza de seda y unas finas mangas de tres cuartos agregan al look una nota de refinada modernidad. Una espectacular tiara de filigranas que perteneció a la reina Mary, fue la joya escogida para sujetar el tradicional velo con el que Meghan llegaría hasta el altar.
Tras la ceremonia Meghan y Harry volvían a deleitar al público con una segunda aparición, en el momento que partían para la recepción de su boda en Frogmore House. Para esta ocasión la novia escogió un vestido, nuevamente minimal pero sí más sensual que el de la ceremonia de la mañana, firmado por Stella McCartney. Confeccionado en seda de crepe, el cuello hatler y el corte sirena fueron los detalles que le dieron carácter al look y con el que Meghan, se mantuvo fiel a su estilo en todo momento. Como complemento escogió unos los zapatos de Aquazzura, diseñados por el colombiano Edgardo Osorio, cuya suela azul fue el “something blue” de la novia.
Más de 2000 invitados acompañaron a la real pareja en este día inolvidable, siendo el momento perfecto para comprobar quién había acertado de pleno con el look escogido o quién había patinado estrepitosamente. Entre las más elegantes podemos destacar sin duda a las siguientes invitadas.
Amal Clooney
La espectacular señora Clooney se atrevió con el amarillo saturado más vibrante, poniendo una clara nota de color a la boda real del año. El diseño, firmado por Stella McCartney, destaca por su sencillez, con tirantes fruncidos para tapar los hombros y una cola asimétrica en la parte posterior. Un acertado look que complementó con zapatos dorados y con un sombrero bastante original.
Lady Kitty Spencer
La sobrina de Lady Di fue de las más elegantes del evento, con este diseño de Dolce&Gabbana impoluto. El escote cuadrado le sienta perfectamente y la combinación de colores entre el verde bosque y el naranja vibrante es sencillamente perfecta, por no hablar de esas preciosas flores pintadas a manos que daban el toque cool al vestido. Los zapatos y el bolso de terciopelo le daban mucha riqueza al look.
Sofia Wellesley
La mujer de James Blunt trajo la primavera completa a Windsor, con esta maravilla de diseño troquelado totalmente cubierta de flores de colores. Un vestido largo con manga corta y cuello bebé tan original como adecuado para la ocasión.
Sarah Rafferty
La actriz Sarah Rafferty, compañera de la duquesa de Sussex en la serie «Suits», decidió apostar por este precioso vestido de Lanvin. Un diseño en azul navy muy sencillo, con embellishement en las mangas. Poco más ha necesitado para triunfar: esas mangas lo han hecho todo.
Gina Torres de Costarellos
La intérprete apareció con esta maravilla de vestido semitransparente, lleno de bordados y crochet. A eso se suma su tocado, que se aleja mucho de las flores y pamelas del resto de invitadas y la lleva a lo más alto con un sombrero fedora. Y, aunque le tenía complicado, consiguió aprobar con nota.
Victoria Beckham
Era una de las invitadas más esperadas y no defraudó. Para tal regia ocasión, Victoria Beckham optó por un traje azul marino oscuro por debajo de las rodillas. El vestido lucía unas hombreras y unas largas mangas con oberturas laterales, además de un cuello chino cerrado con una hebilla plateada. El tocado, del mismo tono oscuro, contaba con un pequeño gorro de estilo boina y un acabado con rejilla que otorgaba elegancia a la pieza. La nota de color la ponían unos acertados stiletos de color rojo.