Ya estamos casi casi acabando julio y son muchos los que ya han vuelto de sus vacaciones o están ahora mismo disfrutando de ellas, y para los que se marchan en agosto o en septiembre, seguro que ya tienen organizados sus días de descanso. Sin embargo, hay mucha gente que prefiere improvisar y decidir qué hacer unos pocos días antes de marcharse. Así que si tú estás dentro de ese grupo, te animamos a qué sigas leyendo ya que te presentamos los mejores sitios sin salir de España.
1.Menorca: sus paradisíacas calas de aguas cristalinas nada, pero nada, tienen que envidiar a las del Caribe. En su mayoría, se tratan de pequeños parajes a los que hay que acceder recorriendo unos cuántos kilómetros andando y descendiendo alguna que otra cuesta, pero os aseguramos que el premio que encontraréis al final del camino merece totalmente la pena.
2.Sanabria: si eres de los que prefieres quedarte en la Península y disfrutar de un turismo más rural te recomendamos que visites esta comarca, situada al noroeste de Zamora, en Castilla y León. Allí podrás disfrutar de un baño fresquito en en Lago que lleva su mismo nombre, descubrir la Laguna de los Peces de origen glaciar y de los pueblos de alrededor tan característicos por el uso de la pizarra en sus construcciones. Además de una gastronomía casera espectacular.
3.Málaga: esta ciudad siempre es una muy buena opción para pasar unos días de vacaciones. Su clima, su comida, su gente, su historia…siempre hay planes qué hacer. Además, puedes aprovechar que su feria es a mediados de agosto, para pasar risas y buenos momentos y disfrutar tanto de su feria de día como su feria de noche.
4.Bilbao: aquí podrás pasar unos días rodeado de arte, Museo Guggenheim, buena comida con infinitos sitios para tapear, recorrer sus calles y pasear por su ría, y además podrás disfrutar de un paisaje indecriptible ya que puedes visitar parajes como San Gaztelugatxe, playa de Bermeo e inumerables pueblos de interior y de costa.
5.Madrid: la capital española en los meses de verano es un deleite para los que se quedan como para los que vienen, menos colas para visitar los museos, menos tráfico y bares y restaurantes disponibles para degustar cualquier plato madrileño, americano, asiático, sudamericano….Una ciudad cosmopolita que acoge a todo el mundo por igual. Sus planes son infinitos y su luz es especial.