Es uno de los posados más esperados año tras año y que da el pistoletazo de salida al comienzo de las vacaciones, el posado de la familia real española.
Mallorca ha vuelto a ser el escenario, sin embargo, el palacio de Marivent que desde 1990 y hasta 2017 fue el lugar escogido por los Reyes para este acto, ha sido sustituido por el antiguo alcázar de la Almudaina. En su patio de armas estaban citados todos los fotógrafos y reporteros para ser testigos del posado más royal. En él, aparecieron los Reyes junto con sus hijas, las infantas Leonor y Sofía, y respondían a este sorprenderte cambio de escenario, que no era otro, que el de ir involucrando cada vez más a la Princesa de Asturias en el mundo institucional.
Al margen de las noticias más candentes que, en las últimas semanas aparecen en la prensa sobre el Rey emérito, uno de los temas más comentados son los estilismos con los que han hecho su aparición veraniega. La reina Letizia ha optado en esta ocasión por un estilismo al más puro estilo ibicenco, un look muy relajado, en blanco,estrenando vestido sin mangas, con falda de vuelo y cintura bien marcada de la firma Hugo Boss. Se trata del modelo Dafalia, realizado en algodón y bordado inglés. Como calzado optó por unas cuñas de esparto de Mint & Rose.
La infanta Leonor apareció con vestido azul, con dibujos en troquelado, de manga francesa y con remate acampanado de Zara Kids. Por su parte su hermana Sofía, fue de blanco impoluto, de manga corta y con diseño de entredós de jaretas en mangas, pecho y cintura. Ambas cerraron su look con las mismas sandalias iridiscentes, una en rosa y otra en plata.
Por su parte, el rey Felipe IV optó por un look no tan veraniego ni tan en la línea que comparten los looks de su esposa e hijas, Optó por unos jeans en color gris junto con una camisa de manga larga, aunque la llevaba arremangada, de rayas azul claro y blanco y unos clásicos mocasines, de piel vuelta en azul marino.
De esta manera, los estilismos de cada uno de los miembros estaban pensados al detalle, pues la reina y la infanta menor acudían de blanco nuclear, y el Rey y la Infanta Leonor compartían el azul, uno en tonos suaves, dando y centrando todo el protagonismo en su hija mayor.