ANA LOPEZ| 20 Octubre
Indescriptible y atrevida. Así es la nueva colección que Jonathan Anderson, director creativo de la firma Loewe, presentaba la pasada semana sobre la pasarela de París Fashion Week 2016. La propuesta que la marca de alta costura ha presentado para la próxima temporada primavera-verano -lejos de pasar desapercibida- ha dejado expectantes a todos aquellos que contemplaban la nueva creación por primera vez.
El desfile comenzaba con un viaje al pasado. Los looks de los años sesenta se mezclaban con materiales crudos, pues si hasta ahora la piel había sido el rasgo identificativo -el ADN- de la firma de origen alemán, en esta temporada los materiales sintéticos llegan con fuerza y ocupan el papel de protagonista. Pero así es Anderson, un vanguardista y amante de la estética industrial. En esta línea, encontramos materiales ultra modernos como cristales y metal con los que se crean mosaicos que dan forma a cada pieza como si de espejos se tratasen. Aun así, el gran triunfador en esta propuesta es el plástico. Este reviste piernas y brazos de las jóvenes modelos dando forma a pantalones, sudaderas, chaquetas y complementos entre los que destacamos los bolsos. Y es que precisamente los bolsos son las grandes joyas de la corona, pero también de cada colección. Su famoso bolso puzzle llega ahora en versión vinilo translúcido, moldeados con napa y cuero.
El joven diseñador, un inconformista al frente de una de las casas de moda con más prestigio en la industria textil, ha usado como color principal, uno de los tonos claves de la casa Loewe: los colores arena. Sin embargo, este no ha sido el único, pues Anderson ha recurrido a otras tonalidades de la paleta de colores como azules, amarillos, blancos y tonos melocotón. Y es que Balenciaga no ha sido el único en evocar las profundidades marítimas. Pulseras cuyos diseños nos recordaban a algas marinas, pantalones en tonos platas y metalizados de textura acolchada que simulaba la piel escamada de peces o cangrejeras deluxe dan un aire veraniego y primaveral a dicha colección.
No cabe duda de que un aire fresco nunca viene mal para atraer a nuevos seguidores, siempre que las creaciones estén más cerca de la originalidad y la elegancia que de la extravagancia. Y es que esta propuesta, indefinible en muchos aspectos, no cabe duda de que ha pretendido ser omnipresente, abarcando múltiples tendencias y estilos.
FUENTE: París Fashion Week 2016. Desfile.