»Si me vas a echar, que sea de menos», versos como estos crean moda reivindicativa de la mano de la periodista Marisa Martín-Blázquez. Una iniciativa que surge de la necesidad de expresarse de alguna de las formas más cotidianas que existen: »Contar es uno de los ejes de quienes escriben», nos cuenta la periodista.
La moda y la televisión van muy de la mano y la colaboradora del programa de Ana Rosa ha decidido contar historias, historias reales y a través de versos, letras y mensajes para llegar a más personas y de esta manera hacer del arte de la poesía, una forma de vida, contada desde su punto de vista.
A esta iniciativa se ha sumado ‘Day Dream by Nuria’ que le está dando difusión y apoyo a la periodista y además de distribución de las camisetas a través de su pagina web (se pueden adquirir: www.daydream.es) . Mujeres y hombres podrán disfrutar de los diseños y podrán llenar las calles de #TelaDeVersos.
»Sientan de maravilla y son de algodón orgánico. Tenemos un compromiso con la Naturaleza». En el cultivo del algodón orgánico no se utilizan insecticidas, pesticidas ni fertilizantes químicos. También se favorecen los ciclos naturales de la tierra y no se usan sustancias tóxicas en los procesos de hilado y producción. Tiene beneficios para el medio ambiente y para nosotros, los que finalmente llevaremos el algodón en contacto con nuestra piel.
La periodista dejaba escrito en su cuenta de instagram estas palabras antes de lanzarse a la aventura con #TelaDeVersos:
Si me vas a echar,
que sea de menos. ~
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Algo os había ido adelantando por stories y en algún post. Los que me seguís, sabéis que me gusta escribir. También que soy inquieta y que la moda, me mola. Un día se me ocurrió que por qué no, mis pensamientos en tela.
Los versos, para lucirlos.
Dice Javier Marías que lo que no se dice; lo que no se cuenta, no existe y, por consiguiente, ni siquiera hace daño.
Contar es uno de los ejes de quienes escriben. De quienes –como yo– pretendemos contar historias.
A veces, hemos de colocar las cosas de manera tan real delante del lector que, claro, –y siguiendo con la afirmación y el pensamiento de Marías– duele.
Otras, –y abundando en el mismo argumento– reconforta, alegra y da vida a quien recrea en su mente las palabras convertidas en relato.
Tengo una especie de “mantra” que me acompaña siempre. Hice hasta que me lo grabaran en una pulsera, que no me quito nunca. Dice así: “Érase una vez…” Es importante observar que a las tres palabras le siguen unos puntos suspensivos.
De pequeña, mi abuela, mi madre y mi tía Ana, nos contaban los cuentos clásicos, siempre, en verso.
Creo que fue entonces cuando comencé a aficionarme a lo de contar historias, a lo de iniciarlas y a todos los principios bonitos que empiezan, siempre, con ese “érase una vez”. Puede que fuera entonces cuando me enganché a la poesía.
Me aboné, también, a los puntos suspensivos, como signo ortográfico que deja volar la imaginación.
Hoy arranca una historia.
Érase una vez #TelaDeVersos ~