El preestreno de la película tuvo lugar en la academia de las artes y de las ciencias en Madrid, situado cerca de la estación de metro de Alonso Martínez. La proyección se realizó por la mañana, algo inhóspito en mis horarios de ir al cine. Fui el primero en entrar a la sala, decidí escoger un sitio centrado. A medida que pasaba el tiempo caras famosas de la crítica especializada iban entrando y escogiendo asiento. Me sentí como un fan al compartir lugar con todas esas personas por las que siento admiración ya que trabajan en lo que a mí más me gusta. El comienzo se retrasó unos minutos, pero una vez que las luces se apagaron y se proyectaron los primeros fotogramas, el silencio fue duradero hasta los títulos de crédito.
En los 90 es un film que ha generado una gran ola de expectación desde su preestreno en el Festival de Toronto en septiembre del año pasado. La película ha obtenido críticas generalmente positivas de la prensa americana. La cinta se estrena el próximo 21 de junio, ocho meses después de su estreno en Estados Unidos, un hecho que es habitual en todas las producciones que se distancien de lo comercial y mainstream. El argumento de En los 90 es relativamente sencillo: un chico solitario de trece años que vive con un hermano conflictivo y con su madre (no hay figura paterna) decide hacerse amigo de unos adolescentes marginales mayores que él que son aficionados al skate. La historia avanza contando las diferentes experiencias, situaciones y problemas que tiene con sus nuevos amigos. El film es un relato sobre la amistad, las inseguridades que tiene de uno mismo al conocer nuevas personas, como cambiamos nuestra actitud para ser aceptados socialmente y la etapa de conversión de niño a adulto. La ópera prima se inscribe en el género del “coming of age” (otras película con la misma temática: Lady Bird, Eight Grade, Las ventajas de ser un marginado…) caracterizado por relatar los sentimientos de protagonistas jóvenes en sus cambios conductuales.
El film es un relato sobre la amistad, las inseguridades que tiene de uno mismo al conocer nuevas personas, como cambiamos nuestra actitud para ser aceptados socialmente y la etapa de conversión de niño a adulto.
Jonah Hill es el director de esta película, algo que puede parecer increíble por sus trabajos anteriores. El actor protagonizó su primera película en 2007 con Supersalidos. Desde entonces la mayoría de sus papeles han sido interpretando al típico personaje estereotipado que dice groserías y es vulgar. Sin embargo, ha habido excepciones dentro de su carrera como Moneyball: Rompiendo las reglas y El Lobo de Wall Street, en ambas producciones fue nominado al Oscar por mejor actor de reparto. Conociendo su trayectoria actoral es difícil pensar que el cineasta de una película tan sutil, autentica y franca sea él.
En mi opinión, el film tiene grandes cualidades, empezando por el realismo de la propuesta. Mientras que veía la película me preguntaba si realmente la cinta no pertenecía a la década de los noventa (a la cual hace alusión el título). Con lo cual, esa sensación de evadirse de la sala de cine y conectar con la historia y el contexto en el que se desarrolla está muy conseguida. Otro de los grandes aciertos son los actores, comenzando por el protagonista cuyo actor es Sunny Suljic. El intérprete es capaz de representar la timidez de su personaje de una manera realista y es capaz de hacer creer a la audiencia de manera sutil los cambios en la personalidad de un adolescente. Los demás actores son más conocidos, entre ellos se encuentran Lucas Hedges (Manchester frente al mar, Lady Bird…) y también Katherine Waterston (Puro Vicio o Animales fantásticos y dónde encontrarlos). Destacar asimismo la genial banda sonora que acompaña la historia (todos son temas pertenecientes a esa etapa) y que permite montajes musicales que aportan vida y dinamismo a la película. Por otro lado, no todo es positivo, existen ciertos problemas, el personaje de la madre está bastante desdibujado y ausente a lo largo de toda la película. Otro de los elementos a mejorar es el comienzo del film que puede resultar un poco lento y aburrido para algunos espectadores. Esto se soluciona a medida que avanza y coge ritmo la historia porque empiezas a empatizar con los personajes principales.
La sensación de evadirse de la sala de cine y conectar con la historia está muy conseguida.
En definitiva, es una película muy recomendable y que no dejará indiferente a nadie. Los temas tratados permiten la reflexión después del visionado y hacen participe al espectador para que contribuya a esa deliberación. Se podría decir que la película es un oasis de originalidad en un desierto donde priman propuestas cinematográficas monótonas y vacías argumentalmente ¡Vayan a verla, no les defraudará!