La fiesta llega cuando Agatha Ruiz de la Prada se sube a las pasarelas. Es enérgica, vivaz, una mujer llena de vida.
Y también agradecida porque tras cumplir los 75 años de la revista HOLA, la diseñadora decide homenajearlos creando una colección exclusiva de estética chandelera.
El Verano 2020 de Agatha Ruiz de la Prada será divertido, deportivo, cosa que sorprende, porque hasta la fecha, Agatha renunciaba a sucumbir al chándal.
La idea nace una visita a Nueva York en la que tuve la vívida sensación de qué todo el mundo iba en ropa de gimnasio por las calles. Y debo confesar que me fascinó el concepto. ¡Por fin tuve la epifanía que me llevó a aceptar el chándalismo (al que mi hija Cósima me había intentado convertir durante varios años)! Consideré que el chándal podría ser un lienzo perfectamente válido para un juego de fantasía, perfectamente válido para causar un par de escándalos…, nos cuenta la diseñadora al equipo de HOY Magazine.
El agathismo y el cosimismo se combinan. El mundo de la fantasía y el de la realidad se unen para crear un universo que se readapta a la realidad. Agatha Ruiz de la Prada vuelve a la pasarela pisando fuerte, y mezcla referencias e iconoclasias con su característica picardía. Porque si algo le gusta a Agatha, es provocar.
En cuanto a tejidos, podemos distinguir telas customizadas, aplicados estratégicos, accesorios exclusivos y hasta peinetas (muy a la española). Algodones, neoprenos, lycras, foam, lúrex, felpa de toalla y tejidos fluorescentes se intercalan con finos terciopelos, organza de seda y tejidos metalizados. También entran en juego telas africanas que la mismísima Cosima trajo de un viaje a Kenia.
Todas estas cualidades marcan y se reafirman dentro de un universo colorista y desenfadado, lleno de juego y fantasía, como una fastuosa fiesta imaginada en una playa africana.
Conforme avanza la pasarela, el arcoíris se posa sobre el mar, y el sol desparece para dejar espacio a la luna. Los chándales diurnos (y de gimnasio) se transforman en despampanantes vestidos de noche, utilizando elementos de la ropa deportiva para cubrirse exuberancia. Los vestidos mariposa, cuyas mangas mimetizan el foam forman alas de seda gruesa, 3D y de colores neones que llaman la atención de todos los presentes.
En definitiva, una colección con sello Agatha Ruiz de la Prada, llena de extravagancias contemporáneas, un ‘collage’ fashionístico de la era moderna que pisa sobre unas plataformas de 12cm perfectas (o no) para nuestro próximo partido de tenis.