Desde que los hermanos Lumière inventaron el cinematógrafo, el cine ha vivido numerosas transformaciones. Las primeras películas expuestas al público provocaron entusiasmo y agitación entre las personas por ver imágenes en movimiento.
Estas primeras piezas audiovisuales tenían limitaciones técnicas: eran mudas, en blanco y negro y no existía por aquel entonces el montaje. Trataban temas cotidianos arraigados a la clase obrera: La salida de la fábrica Lumière en Lyon, La llegada del tren, La llegada de los congresistas… todas ellas realizadas en 1895.
A medida que pasaron los años, se inventó el cine sonoro con la película El cantor de jazz (1927), y el cine en color apareció con On with the show (1929). Desde entonces hasta la actualidad, el cine no ha parado de renovarse con la invención de tecnologías como el digital, el 4K, el 3D o las salas Imax, todo para convertir la experiencia de la sala de cine en algo único e irrepetible en otro lugar ajeno.
En cuanto a las diferencias entre el cine realizado en la actualidad y el cine de antes, podemos mencionar unas cuantas. Comenzar por aspectos técnicos, el cine antiguo utilizaba el celuloide que proporcionaba una imagen más estética y cinematográfica (se notaba sobre todo en la iluminación). Mientras que el cine actual utiliza el digital.
Esta conversión se explica por dos principales razones: el aspecto económico (el digital es mil veces más barato que el celuloide); y la facilidad para el flujo de trabajo, es decir, la tecnología digital permite almacenar la película en una tarjeta SD para luego volcarlo en las salas de montaje o de efectos especiales. Por lo que, toda la fase de postproducción es mucho menos laboriosa y ardua.
El cine antiguo utilizaba el celuloide que proporcionaba una imagen más estética y cinematográfica
Otra de las diferencias, es la utilización de los efectos digitales. Los films de la actualidad dependen de la tecnología digital para realizar todo tipo de efectos: explosiones, localizaciones, añadir extras… un ejemplo sería Avatar. Esta tecnología está al servicio de las grandes producciones. Por el contrario, antes todo era mucho más plástico: las explosiones se realizaban in situ, se creaban decorados… por lo que todo era mucho más realista y menos efectista. Vean Erase una vez en América para contemplar los magníficos decorados que imitan el San Francisco de los años veinte.
Antes todo era mucho más plástico: las explosiones se realizaban in situ, se creaban decorados… por lo que todo era mucho más realista y menos efectista
En referencia al aspecto narrativo, hemos pasado de una época en la que todo lo que se hacía en el cine era novedad, porque los temas que se trataban eran nuevos para el espectador. Por ejemplo, todo el cine de Hitchcock (La ventana indiscreta, Psicosis, Vértigo…) o las películas de Kubrick (La naranja mecánica, senderos de gloria, atraco perfecto…). Ambos cineastas buscaban romper con los códigos fílmicos de la época (creaban un nuevo lenguaje cinematográfico) y han servido de profesores para las posteriores generaciones de cineastas.
Sin embargo, ahora la novedad no radica en los temas o las historias que se presentan al espectador, sino en al punto de vista del director, en su forma de contar la historia, y que sea única y personal. Algunos ejemplos de este tipo de cineastas son Tarantino, Paul Thomas Anderson, Wes Anderson y Paolo Sorrentino.
Otra de las diferencias es el tipo de cine que se hace en cada época. Antes, como la sociedad era mucho más inocente (no cuestionaba la credibilidad del gobierno), el cine era también más infantil: Lo que el viento se llevó, El mago de Oz, Cantando bajo la lluvia o Con faldas y a lo loco. Aunque también había excepciones, pero la tónica general era hacer este tipo de cine.
Hoy en día, como la sociedad está mucho más concienciada de los peligros: asesinatos, drogas, mafias… asistimos a un tipo de cine mucho más maduro y adulto, propio del realismo sucio. Películas como Pulp Fiction, Boogie Nights, Taxi Driver, The master, Zodiac, Drive…
Ahora la novedad no radica en los temas o las historias que se presentan al espectador, sino en al punto de vista del director
En general, los más de cien años de vida del cine no han sido en vano. A medida que ha pasado el tiempo, el cine ha ido evolucionando para adaptarse a las nuevas demandas de los espectadores. Pero esta evolución ha provocado que el cine esté más orientado a la espectacularidad y a los efectos, en vez de resaltar la capacidad narrativa del mismo. No sé qué nos deparará el futuro, pero todo apunta a que seguirá el rumbo de las innovaciones tecnológicas. Espero que está situación dé un giro de noventa grados y que todos apostemos por algo que no posee la tecnología, y es la creatividad del ser humano.