Septiembre siempre viene fuerte con eventos como la Semana de la Moda en Nueva York. La ciudad que nunca duerme es estos días el epicentro de la industria donde conoceremos las tendencias de la próxima primavera.
El pasado día 6 de septiembre, Jeremy Scott dio el pistoletazo de salida con su desfile, donde el diseñador ha jugado su mejor baza, los colores indiscriminados, las mezclas de tejidos opuestos, los estampados atrevidos y los patrones cargados de fluctuaciones y asimetrías.
Su propuesta muestra una clara inspiración en la década de los 80, con una estética que parece sacada de Ziggy Stardustuna, nos muestra una colección que va desde los minivestidos con volantes a las hombreras marcadas; con materiales como el lúrex o las lentejuelas; y estampados como la cebra, las flores y la raya diplomática reinterpretados siempre con su peculiar estilo cargado de color. Sobre la pasarela hemos visto diseños con aires vintage, embellishement con cristales, botas altas de purpurina y colores metalizados.
Como novedad, destacan los cortes que recuerdan al vestuario prehistórico de ‘Los picapiedra’ con bajos con forma de media luna, el vaquero tratado como si fuese una roca o las asimetrías desestructuradas. Todo esto, digno de el mundo de Bowie.
A continuación, todas las imágenes.