Con ese aire irreverente y creatividad inigualable, John Galliano llegó a Fashion Week en París con una propuesta para Margiela donde 39 siluetas son alusivas a la década de los cuarenta. Esta vez el creativo británico miró hacia el pasado, uno en donde marineros, aviadores, soldados y enfermeras dieron un paso al frente para luchar contra el nazismo.
Piezas deconstruidas son el sello distintivo de la firma, sin embargo, gabardinas, clásicos chalecos de punto y sacos oversized dominaron el desfile. Shorts en cuero, capas y trajes monocromáticos jugaron parte importante y una tradicional biker jacket en negro es una de nuestras piezas favoritas.
Los cortes nunca faltan en una propuesta de Margiela y esta vez Galliano los llevó al siguiente nivel, creando un efecto visual de fluidez con capas cortadas manualmente en materiales como organza tornasol de seda y jersey de algodón. Las pinzas y pliegues pronunciados fueron los elementos de construcción que protagonizan esta serie junto a materiales rígidos como rasos de seda, casimires de lana, cuero y algodón camisero.
Todos estos en una paleta de color que incluye tonos en negro y azul marino principalmente, acompañados de otros neutros como el blanco y beige. Además, contrastes en rojo, rosa, morado, terracota y verde oliva balancearon el desfile con prendas drapeadas y abombadas.
Pero, si hubo un protagonista claro del desfile, con permiso del señor Galliano, este fue Leon Dame, cuya expresiva manera de caminar clausuró el desfile. Con su bamboleo zigzagueante de caderas tan seductor como siniestro, el desfile de Dame tuvo a todos los espectadores sacando sus móviles para inmortalizar tal peculiar momento.