Nunca entendí el humor francés. Esa forma tan significativa de hacer reír, me resulta un tanto extraño. El teatro Circo Price de Madrid se vestía de gala para dar la bienvenida a uno de los espectáculos más originales del momento. La muchedumbre se agrupaba a la entrada de la puerta.
La vide essay cirque se presentaba como un espectáculo acrobático en el que las piruetas y las habilidades de los participantes, iban a dar el do de pecho. Lo hicieron. Y de qué manera.
La obra comenzó con lo que parecía un fake, una broma pesada. Después de un par de sustos con la cuerda por la que trepaba el acróbata, la función desarrolló su hilo conductor. El público se reía mientras el protagonista demostraba sus habilidades; trepaba por una de las cuerdas y el otro miembro del dúo integrante, se dedicaba (acompañado de un volín), a poner el ritmo musical del encuentro. Todo el contenido iba acompañado de monólogos visuales, en los que se leía la traducción del francés al español, de la historia que protagonizaba el acróbata.
Sin demasiadas luces, sin demasiado acompañamiento, los dos protagonistas consiguieron atraer la atención del público. Mesas rotas, ruidos estridentes, saltos al vacío, recorridos en patines…Todo nos mantuvo en vilo. Este no es un espectáculo para personas con déficits cardiacos.
Las acrobacias se sucedían constantemente. El protagonista se sujetaba con una mano, a veces con una sola pierna y se deslizaba a lo largo de la cuerda como de si un tobogán se tratase. Contorsionaba su cuerpo para poder bajar. Hacía piruetas múltiples.
El mensaje del espectáculo es muy claro; lucha por lo que quieres y conseguirás alcanzar tu meta. El esfuerzo siempre tiene su recompensa. ¿Qué por qué lo digo? Porque el acróbata nos hace partícipes de ello. Intenta realizar el mismo recorrido varias veces para conseguir llegar a la cima, a lo más alto. ¿Lo conseguirá? Para eso tendréis que vivirlo vosotrxs mismxs.
Nunca entenderé porqué esta profesión está tan mal valorada. Realmente considero que el acróbata se jugó la vida para hacer disfrutar al público mientras él se encontraba en, literalmente, el aire. Todos nos reíamos, completamente despreocupados.
Lo cierto es que no llegamos a descubrir el final por eso les recomiendo que ¡pasen y vean este trepidante show en el Teatro Circo Price de Madrid! Prometo que no les defraudará