Toy Story es para la animación lo que Ciudadano Kane es para el cine. Pixar antes de realizar la historia de los juguetes vivientes solo había realizado un puñado de cortos, donde experimentaban con la animación. Uno de ellos ganó un Oscar y fue gracias a ese reconocimiento que la compañía se lanzó a hacer largometrajes. En 1995, Pixar decidió cambiar los dibujos animados para siempre.
Hace unos pocos meses se estrenó la última entrega de esta saga, se supone que será la última, pero quien sabe. Toy Story fue uno de los pocos títulos de animación que supo enamorar a jóvenes y a adultos por igual.
Su argumento revolucionó la forma de contar historias, dar vida a unos sujetos inanimados y carentes de emociones para generar sentimientos como la nostalgia, la infancia… quizás el gran acierto de la saga en general, es que la película no está hecha desde un punto de vista infantil, sino desde una perspectiva adulta y madura.
Toy Story fue uno de los pocos títulos de animación que supo enamorar a jóvenes y a adultos por igual
La animación de la primera entrega se hizo digitalmente. El procedimiento fue duro y complicado. Lo primero que hacían era bocetar los dibujos, es decir, hacían un storyboard de la historia. Posteriormente, creaban mediante el ordenador a los personajes solo con formas geométricas y luego añadían los movimientos de los personajes.
Otra de las claves de la película fue utilizar un software llamado RenderMan para el renderizado 3D (lo crearon a mediados de los ochenta, para realizar sus cortos). El programa permite controlar la iluminación y conseguir efectos digitales muy realistas. El éxito de este software fue tremendo, se vendió a superproducciones de Hollywood de los años noventa como Terminator 2.
La animación de la primera entrega se hizo digitalmente y el procedimiento fue duro y complicado
Hay que decir que estás técnicas revolucionarias han quedado obsoletas por programas mucho más eficaces y modernos. Lo que consiguieron en una época en la que el ordenador empezaba a generalizarse fue increíble.
El creador detrás de los primeros grandes proyectos de Pixar fue John Lasseter, que también ha dirigido Bichos o Toy Story 2. Con Toy Story, Pixar comenzó a plantar cara a la otra gran compañía americana de animación Disney. Lo cierto es que los noventa fueron unos años emocionantes para la animación con películas como: El rey león, La princesa Mononoke, Aladdin o La tumba de las luciérnagas.
La tecnología en la animación está avanzando a pasos agigantados, solo queda preguntarnos hasta dónde pueden llegar los animadores.