Cada vez que aparece en pantalla, Jaime Lorente sonríe, ríe y contagia esa felicidad a cualquier persona. Su risa en La casa de papel ha dado lugar a multitud de carcajadas entre los espectadores. En apenas un par de años, se ha convertido en una de las promesas del cine español.
En apenas un par de años, Jaime Lorente se ha convertido en una de las promesas del cine español
Jaime Lorente nació el 12 de diciembre en Murcia, en el instituto empezó a sentir curiosidad por la interpretación y participó en varias obras de teatro (como Equus o La venganza de las mujeres). A continuación se mudó a Madrid para intentar alcanzar la fama, obtuvo papeles menores en series como El secreto de puente viejo. Alcanzó la notoriedad con su papel en La casa de papel interpretando a Denver, un ladrón con el temple caliente.
Con la ayuda de Netflix, su persona ha sido difundida alrededor del mundo. También participó en la primera temporada de Élite, la serie juvenil española de Netflix. Tiene pendiente el estreno de la gran apuesta de Amazon sobre la vida del Cid, su lanzamiento está previsto para el año que viene.
Con la ayuda de Netflix, su persona ha sido difundida alrededor del mundo
El actor de 28 años con mirada inquisitiva es capaz de variar registros a la perfección, aunque el papel de canalla le va como anillo al dedo. La capacidad que tiene para generar empatía al espectador y coger cariño al personaje es impresionante. Es por esto y por mucho más que Hoy Magazine le considera el mejor actor del año.
Respecto a las películas, Jaime Lorente todavía tiene una filmografía escasa que seguro que se irán completando con los años. Este año ha participado en una simpática producción de Netflix titulada ¿A quién te llevarías a una isla desierta?, junto Pol Monen y María Pedraza.
Jaime Lorente pertenece por tanto a esta nueva era de actores jóvenes españoles que se empiezan a dar a conocer gracias a las plataformas online, como HBO, Amazon o Netflix.
El murciano es uno de los actores más explosivos en pantalla del panorama español. Los matices gestuales en sus actuaciones son de admirar porque transmiten mucho. Solo nos queda pedir por navidad que este joven siga actuando con el mismo descaro y que nos mantenga entretenidos durante muchos más años.