Carlos Agudo| 30 Diciembre
Esta nochevieja en la que despediremos a un 2015 bastante crítico a nivel social, nos adentraremos en un nuevo año que no sabemos muy bien que nos dará, pero seguramente cosas muy positivas, estamos en una fase de cambios, depurativa. Por lo pronto todas las cadenas nacionales tienen preparadas una buena apuesta por conseguir llevarse ese pedazo de audiencia tan codiciado. En esta ocasión nos encontramos con una oferta bastante sesgada.
En primer lugar, nos encontramos con la clásica y omnipresente Televisión Española. Que será la que más audiencia registre, ya que normalmente en las reuniones familiares domina la opinión del más maduro de la casa, que suele optar por la opción más genérica, la que menos discusiones causa. De todos modos, hay que admitir que la cadena pública tiene el mejor balcón, le pese aquien le pese, y a la gente le gusta el balcón de toda la vida, para eso somos muy clásicos. Este año repiten fórmula, con la dulzura de Anne Igartiburu y con uno de los rostros más característicos de la historia de nuestras campanadas, Ramón García y su capa. Con esta apuesta la cadena pública española se asegura al público más familiar, mas tradicional. Lo bueno de esta opción es que sabemos que el vestido de Anne será rojo, como en sus últimos años, ella se mantienen fiel a este color, ofreciendo elegancia y saber estar. Un punto muy importante es, que este año se cumplen 10 años del vestido con el que Anne nos sorprendió a todos en 2006, completamente transparente, en el que pudimos ver su escasa ropa interior desde casa, estupefactos, un vestido mucho más arriesgado que el de Cristina Pedroche el año anterior, magnificado este último.
Vamos ahora con ATRESMEDIA, que ha decidido mantener retransmisiones diferentes en dos de sus canales más importantes. Por un lado Antena 3 se encamina en esta ocasión, más al público masculino, con el trasvase de Cristina Pedroche de la Sexta a la cadena madre, acompañada por Carlos Sobera. En el caso de ATRESMEDIA, creo que ha cometido un error, ya que en sus dos cadenas ofrece propuestas para el mismo tipo de público, para ello hubiese unido la emisión en las dos cadenas, para conseguir así reunir a más audiencia y no dividirla. En La Sexta, el cocinero gruñón Chicote, estará acompañado por Andrea Ropero, si, yo también me pregunto el porqué de esta elección, pero supongo que está fuera de mi interés. Mucho mejor hubiese sido unir a Chicote y Cristina Pedroche. Ninguna de estas dos apuestas lograra la segunda posición en audiencia, mala estrategia por parte de ATRESMEDIA. Yo hubiese preferido al jurado de Tu Cara Me Suena para retransmitir las campanadas en ambas cadenas, Lolita y Ángel Llácer ofrecerían algo distinto en nuestra nochevieja, tendrían una segunda posición asegurada.
Es el turno de Mediaset, que ha decidido unir la retransmisión en todas sus cadenas (Telecinco, Cuatro, Divinity,…) En esta ocasión, nos encontramos con una propuesta dirigida al publico femenino y más joven. Vasile ha querido confiar en el equipo de uno de sus programas revelación, Cambiame. Todos sus estilistas y la presentadora prometen ofrecer una retransmisión mágica, con mucha fantasía. Hay que suponer que buenas prendas, horteridad y excesos encontraremos en esta opción, que para mi punto de vista va a resultar muy entretenida. Seguramente puede que falle el balcón, que se ve bastante alejado de la puerta del sol para mi gusto, lo mismo cambian. Esta propuesta me ha convencido bastante. Menos mal que no han elegido a los actores de sus series más exitosas, como en años anteriores. Siempre que eligen la opción de los actores no ha salido del todo bien, ya que se intenta unir la ficción de la serie con la retransmisión en directo y termina siendo cutre. En las campanadas buscamos que nos cuenten y nos expliquen de nuevo el mecanismo de las uvas, hablando con nosotros directamente, de persona a persona. Son muchos nervios los de esa noche como para tener que estar atendiendo a tramas que no llevan a ningún lado, la nochevieja no es ficción. Está muy bien que repitan una y otra vez, porque nadie les atiende, da igual lo que se digan, hay que transmitir buen rollo y una imagen visual clara, el balcón y el reloj, nada más.
Estas son las tres grandes apuestas para esta última noche del año de 2015, podemos elegir entre ellas, o por el contrario vivirlo en la calle, o poner tu cadena autonómica para poder sentirte más diferente, más de tu tierra, o puedes pasar de las campanadas y dormir. Lo mejor de este día es vivirlo de la manera y en el lugar que uno prefiera, porque cuando uno lo vive como realmente quiere es cuando descubrimos lo simple que resulta disfrutarlo.