En un calendario cada vez más saturado de citas imprescindibles, cuesta discernir qué vale realmente la pena, sobretodo comparado con eventos y ocasiones que se mantienen por necesidades comerciales. Daniel Córdoba-Mendiola, experto en innovación y tendencias estrategias de mercado y fundador de The Hunter Projects, señala los tres motivos por los que es fundamental conmemorar el Día Internacional de la Mujer :
- Recordar: la necesidad de no olvidar, da a la causa perspectiva y profundidad. A medida que nuevas generaciones van reclamando la centralidad en el pensamiento y las acciones globales, se vuelve imperioso tener recordatorios que te ayuden a adquirir perspectiva. En la lucha continua por los derechos de la mujer hay que tener conciencia histórica, saber hitos clave y conocer toda la labor de las y los que nos preceden. Porque los derechos de la mujer son derechos humanos, que piden esfuerzos conjuntos. Y como todos sabemos no hay nada como olvidar para volver atrás.
- Pararse a pensar: ponerle una mirada estratégica a la reflexión es lo que ha ayudado a que causas heterogéneas puedan ser afiladas de forma que el impacto sea preciso y reconocido por todos. Es una oportunidad única para reflexionar, considerar nuestro entorno más inmediato, recapacitar sobre determinadas cosas y tomar decisiones que nos acompañarán más allá del “día de”. Para eso, crear capas de branding (#metoo) y hacer merchandising de la causa (el pussy hat) puede parecer frívolo a ojos de sesudos expertos de la vieja escuela, pero es hoy la única manera de dar oxígeno a la causa y que todos los impactos sumen en una misma dirección. Pensamientos y expresiones nos unen frente a un mismo “insight”, una misma tensión que está latente (o explícita), y que nos equipara a todos.
- Llamar a la acción: Finalmente, la activación es clave. Tener un día año con protagonismo a nivel de visibilidad nos permite comunicar nuestras acciones, poner una lupa a todo lo que se hace a lo largo del año. Es el momento en que quedamos inundados de informes, estadísticas, testimonios y ficciones que elevan la causa.
El Día Internacional de la Mujer está y seguirá estando en la lista de los días D necesarios, sobre los que la única cuestión debería ser qué nos queda por recorrer para hacerlo innecesario. Vivimos un momento apasionante, donde este reflejo de demandas de reconocimiento de derechos y, sobre todo, de normalización de la igualdad, debe estar lejos de cuestionarse y muy pegada a una demanda cotidiana.
El feminismo, da igual de qué generación, oleada o propuesta, es mucho más que un día y esto es algo que podemos conmemorar y no olvidar. Eso sí, un día al año todos con el gorro, aunque haga calor.