(Imagen: @zarahome)
Dormir es un proceso biológico inherente al ser humano. El sueño es fundamental para el desarrollo y el buen estado, tanto físico como mental. Después de un día duro, nuestro organismo se repara mientras dormimos y nos prepara para la jornada siguiente. Pero es una actividad a la que muchas veces no le prestamos la atención necesaria y es cuando nos falta, cuando nos damos cuenta de su verdadera importancia.
Los trastornos del sueño son más comunes de lo que nos imaginamos. Pueden estar provocados por la falta de rutinas, el estrés, problemas laborales o personales, sedentarismo, mala alimentación o tabaquismo entre otras. La Organización Mundial de la Salud advierte de que afectan a una buena parte de la población y que se está convirtiendo en un problema de salud pública.
A estos problemas se añade la situación actual de confinamiento, que puede trastornar nuestras rutinas y hábitos y afectarnos a la hora de dormir. Para paliar (o al menos controlar) tus problemas de sueño y conseguir que no cuentes más de diez ovejas, te proponemos una serie de tips para mejorar la higiene del sueño y, en consecuencia, mejorar la calidad de tu descanso.
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¿Cuál es la mejor postura para dormir?
Cada uno tenemos una forma de dormir y no todas son buenas: algunos acurrucados en una esquina de la cama, otros boca arriba en el medio, boca abajo con la cabeza hacia un lado…Muchos dolores corporales son el efecto de una mala higiene postural en la cama. Pero, ¿cuál es la mejor? Pues bien, los expertos coinciden en que dormir de lado es la mejor posición para nuestro organismo.
No solo por el descanso de los músculos y articulaciones, si no porque mejora el funcionamiento de sistemas como el linfático, el respiratorio o el nervioso. Además, si dormimos sobre el lado izquierdo podemos evitar problemas de estómago y problemas de columna al alinearse con el cuello.
Rutina y hábitos saludables
Otro de los puntos a analizar sobre nuestro descanso es la rutina. Seguir una rutina diaria en nuestra vida ayuda a dormir mejor. Debemos darle mucha importancia a los horarios, no solo a la hora de levantarnos si no también a la hora de irnos a dormir. En esta cuarentena es fundamental respetar los horarios que teníamos antes, tanto de oficina como de comidas y ejercicio, para que conciliar el sueño nos sea mucho más fácil.
Mantener unos hábitos saludables es esencial. Llevar una dieta sana y hacer deporte ayuda a dormir mejor, al contrario del consumo de tabaco, alcohol, el sedentarismo o el uso excesivo de dispositivos electrónicos. Al irnos a la cama debemos crear nuestro momento especial y dedicar un rato a la lectura también puede ser una buena opción a la hora de acostarnos.
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La cama perfecta
La elección del colchón, la almohada y la ropa de cama puede ser un plus en tu descanso. Los colchones y las almohadas varían dependiendo de la dureza y de los materiales que mejor se adaptan a tu cuerpo.
La ropa de cama se puede diferenciar según la temperatura corporal, la estación o el clima. Es decir, para invierno, zonas frías o si somos muy frioleros a la hora de dormir, se recomiendan materiales como la franela; si al contrario vivimos en un clima o estación caluroso o pasamos mucho calor, el algodón es la mejor opción ya que favorece la transpiración.
Crear un buen ambiente en la habitación también puede ayudar al descanso. Luces tenues, aromas o música ayudan a crear un entorno acogedor y que caigamos rendidos enseguida.
Ropa para dormir
Al igual que la ropa de cama, elegir bien nuestro pijama puede marcar la diferencia. Esto es una cuestión más de gustos, pero las prendas anchas y de materiales hipoalergénicos y transpirables pueden favorecer tu descanso. También existen estudios que demuestran que dormir desnudos, y sobretodo en pareja, ayuda a conciliar un sueño más profundo y reparador, ya que se liberan hormonas como la oxitocina y la endorfina.
Pruébalo esta noche y nota los resultados. ¡Dulces sueños!
