Urbanita, la salud es la verdadera riqueza del ser humano, y ahora más que nunca, es lo único que importa. Por eso, queremos sacar el máximo partido a nuestro sistema inmunológico, desde nutrición hasta técnicas de relajación para potenciar al máximo nuestras defensas.
En esta difícil tarea contamos con la ayuda de los 50 médicos de Clinique La Prairie – y estos son sus consejos.
Aliméntate (sano y bien)
Porque uno de los principales pilares de una buena salud es una dieta rica y equilibrada. Así, se consiguen miles de toquímicos que actúan juntos para proporcionar protección contra el estrés o un sistema inmunológico débil. ¿Y qué alimentos pueden ayudarnos?
Por un lado, has de saber que los arándanos son bien conocidos por sus propiedades antioxidantes y antimicrobianas. Además, aumentan la inmunidad innata y la resistencia a las infecciones. Otro de los imprescindibles de tus alimentos debe ser la granada. Es una fuente abundante de diversos compuestos bioactivos con numerosos efectos beneficiosos para la salud como son el ácido elágico, los elagitaninos, el ácido púnico, las antocianidinas, las antocianinas y las avonas que parecen tener fuertes efectos terapéuticos. Las propiedades curativas de la granada incluyen efectos antioxidantes, antiinfamatorios y antitumorales.
Por otro lado, se ha demostrado que el té verde aumenta la longevidad y la resistencia al estrés, protegiendo contra los procesos oxidativos, la formación de tumores. Y por si fuera poco, previene enfermedades neurodegenerativas y cardíacas.
¿Que te has quedado con ganas de más? Pues tus mejores aliados serán la batata, la calabaza, la papaya y el mango. Contienen altas cantidades de betacaroteno, un compuesto liposoluble que le da el color amarillo y que es un precursor de la vitamina A, un inmunomodulador que mejora el mecanismo de defensa a través de la estimulación de las células inmunes, y que a la vez muestra un importante efecto de estimulación inmunológica.
Desintoxica tu organismo
Estrés, contaminación, alimentos tratados con pesticidas, consumo excesivo de azúcar… El estilo de vida moderno expone a diario al organismo a una gran cantidad de toxinas, que pueden afectar a la capacidad de regeneración del cuerpo. Por lo tanto, los contaminantes químicos a los que se expone el ser humano a diario tienden a acumularse en el sistema nervioso, las vísceras, los huesos y los músculos, lo que puede provocar fatiga, problemas digestivos, tez y cabello opacos y, a veces, dolor, alergias o un sistema inmunitario debilitado. Al eliminar estas toxinas realizando una desintoxicación del organismo, se promueve el equilibrio fisiológico. Los tratamientos détox son necesarios para todos en cualquier momento.
Un sistema completamente limpio y purificado proporciona un profundo bienestar. En Clinique La Prairie aprovechan el poder de la ciencia genética, celular y nutricional, combinada con las últimas tecnologías medicinales en un programa détox adaptado a cada perfil exacto de ADN y salud, y que se recomienda seguir 1 o 2 veces al año. Su misión es prevenir enfermedades, mejorar la salud y la calidad de vida eliminando toxinas peligrosas del organismo y tratándola con los nutrientes adecuados.
Mens sana in corpore sano
Cuidar la mente para proteger el cuerpo. Las técnicas de respiración, meditación y relajación son pasos fundamentales en el camino hacia la longevidad y la prevención de enfermedades. Su función esencial es liberar la tensión y nutrir positivamente el cerebro. El cuerpo podrá defenderse mejor y resistir el estrés, además de beneficiarse de la estimulación del sistema inmunitario.
Cuidar su mente y encontrar el equilibrio es esencial para protegerse, aumentar los niveles de energía y mantener el sistema funcionando sin problemas. Practicar yoga, estiramientos, técnicas de respiración, visualizaciones y meditación ayudan a aliviar la mente y el cuerpo para recuperar el control.
Descanso (bueno y de calidad)
El sueño, o más bien la falta de él, puede afectar a la vida diaria, el estado de ánimo y la salud. Por eso es fundamental, por la noche, encontrar la paz interior e intentar romper con los patrones de pensamiento que conducen a la ansiedad, la angustia o el malestar. Pensar en un lugar y un momento en que la mente estaba libre de las presiones de la vida, hacer con calma el viaje de regreso a ese lugar y recuperar el sentimiento positivo que se tenía entonces es una buena estrategia para conseguirlo. Practicar ejercicios de respiración también es útil.
Es por eso por lo que los hábitos más básicos son la manera más sencilla de promover una buena higiene del sueño: