Abril es el mes de las historias, los libros, la literatura, la poesía. Una época para disfrutar del arte de la escritura y todo lo que se esconde entre las palabras escritas. Por eso, hoy dedicamos este espacio a hablar con la poetisa Esther Cabrales sobre sus inicios en el mundo de la poesía, sus proyectos actuales y los futuros.
Porque cuando una empieza a leer los poemas de Esther Cabrales hay algo que llama la atención, algo que los une, pero en un principio no sabes muy bien que es. Sigues leyendo y descubres que lo que se esconde entre esas maravillosas líneas es rabia, pasión. Es esa fuerza a la hora de escribir, de mostrarse a una misma lo que te atrapa de sus poemarios.
¿Recuerdas cuándo comenzó tu pasión por la poesía?
De niña era algo repelente y me gustaba leer libros que no entendía en absoluto. Recuerdo que cogía al azar de las estanterías del salón de mis padres, los Cuentos de Canterbury o La Ilíada, qué sé yo, La Eneida, una colección que tenían ellos allí de clásicos universales, y los trataba de leer, y los leía de hecho pero sin entender ni jota. O eso creía yo. Luego comprendí que habían quedado en mí reminiscencias de aquellas lecturas que brotaron ya de adulta. Leía lo que cayera en mis manos. El primer libro, no de poesía, pero tremendamente poético que leí y que me impresionó, siendo aún muy pequeña, fue Juan Salvador Gaviota. Y ya sabía yo que, ahí, en aquella lectura, había una música, un ritmo que me hipnotizada, que desconocía y que quería imitar. Es un recuerdo lejano. De la niñez. Ése fue el germen. Siempre me faltaba tiempo para escribir poesías a mis hermanos, a mis profesores y los torturaba con ellas a todas horas.
¿Cuándo supo Esther Cabrales que quería escribir sus propios poemarios?
En realidad nunca lo supe, simplemente, lo hice. Y lo hice sin premeditación. Es decir, que lo hacía porque me agradaba y me gustaba agradar o impresionar o, simplemente, soñaba que era poeta. Al principio, escribía anárquicamente y los poemarios eran un batiburrillo de poemas inconexos, que pecaban de grandilocuencia y de una musicalidad meliflua, pero después, con los años, sucedió que, a consecuencia de una vivencia que me empujaba a escribir siempre en un mismo tono, apremiante y agresivo, todos esos poemas posteriores a aquel hecho, tuvieron claramente un destino, que era el de ser libro, porque yo veía que entre ellos existía una tensión que los unía en círculo, que formaban una unidad, un todo. Me percaté y los reuní a toda prisa, porque cuando uno sabe eso, la urgencia, te atraviesa. Y los envié a toda máquina a las editoriales. Abelardo Linares se quedó con ambos. Renacimiento supuso mi despertar como poeta en el mundo consciente. Entonces, supe que ya sólo podía continuar escribiendo.
Esther Cabrales: “Han de darse varias circunstancias para tener éxito en este arte, y cuando digo éxito no me refiero a ser popular, sino al resultado satisfactorio de tu trabajo.»
¿Es complicado dedicarse a este arte actualmente en España?
Yo no me dedico a ello profesionalmente, – llevo varias décadas trabajando en el sector financiero-, quiero decir que no vivo de ello, aunque sé, por mi experiencia, que han de darse varias circunstancias para tener éxito en este arte, y cuando digo éxito no me refiero a ser popular, sino al resultado satisfactorio de tu trabajo. Una de esas circunstancias es dedicarse plenamente a ello, nada de medias tintas, hay que darlo todo, del mismo modo que habría que darlo en tu propio negocio o en tu profesión sea cual sea ésta. Después, ponerle pasión. Es imprescindible apasionarse con lo que uno hace. Si no te apasiona lo que haces, cómo vas a conseguir apasionar. Por último, trabajar duro, eso es escribir y leer constantemente. Aún así, creo que es una carrera de fondo en la que, ser fuerte y creer en lo que haces, es imprescindible si quieres dedicarte a ello.
¿Dirías que existe una evolución entre tus obras?
De Erosión a Cuerpos existe un período muy breve de escritura, y aunque en su publicación distan dos años entre ambos, los escribí bajo el influjo de un mismo sentimiento muy poderoso y en una misma época espacio-temporal. De modo que no creo que encuentren una evolución clara de uno a otro. Más bien, lo contrario. Una continuación. En cierto modo, son complementarios.
“Todos esos poemas posteriores a aquel hecho, tuvieron claramente un destino, que era el de ser libro, porque yo veía que entre ellos existía una tensión que los unía en círculo, que formaban una unidad, un todo.”
¿Hace Esther Cabrales algún tipo de ejercicio o ritual para buscar la inspiración a la hora de escribir?
En realidad, la mayoría de las veces, los poemas los escribo a salto de mata. En el tren, mientras voy al trabajo, o en la oficina, a ratos. Muchas veces me asaltan las palabras en las ocasiones más inesperadas. Otras veces, me siento tranquilamente a pensar, pero son las menos fecundas.
He visto su blog Horizontes y Fantasmas al que llama “Cuaderno de Apuntes”. He de decir que es muy inspirador y las ilustraciones son preciosas. ¿Cómo surgió la idea de adentrarse en el mundo de los blogs?
Muchas gracias. Lo cierto es que mi blog debe ser anciano en el mundo de los blogs, si es que, ese mundo, aún existe y me congratula pensar que, el mío, respira, a duras penas, pero respira. Continúo trabajando en él, al menos, con una publicación mensual. Pero surgió hace muchos años, cuando no existían las redes aún, estaban en estado de germinación, y eso era lo más parecido a una red social donde los lectores comentaban las publicaciones, iniciándose verdaderos diálogos, muchas veces sobre poesía, o crítica literaria, que duraban días. En esa época era muy sencillo compartir ideas con grandes escritores actuales. Hoy en día me sirve para ordenar mis ilustraciones y para pensar.
https://twitter.com/Esther_cbrls/status/1165712917372833795
Esther Cabrales: “Muchas veces me asaltan las palabras en las ocasiones más inesperadas”
¿Crees que las redes sociales son un buen punto de partida para los poetas actuales?
Las redes son una herramienta muy importante para llegar a cualquier rincón del mundo desde el punto de vista del marketing, pero también creo que es un lugar donde se confunde popularidad con calidad. Y eso es peligroso porque, en ocasiones, más de las que sería deseable, se banaliza la poesía y se aplaude la vulgaridad, se elevan a los mediocres y se eclipsan a los menos espabilados. Se confunden seguidores con excelencia. Falta sentimiento crítico generalizado.
¿Qué sintió al ver Erosión, su primer poemario, publicado en las librerías?
Mucha responsabilidad y un miedo atroz.
“[en las redes sociales] … se banaliza la poesía y se aplaude la vulgaridad, se elevan a los mediocres y se eclipsan a los menos espabilados. Se confunden seguidores con excelencia.”
Si tuvieras que elegir un sólo poeta de tu estantería. Escogerías a…
Tengo muchos poetas preferidos. Disfruto mucho con la obra de Pizarnik, sus diarios y epistolarios, pero también con muchos de los poetas de la generación del 50, José Ángel Valente, Ángel González, Claudio Rodríguez. Ana María Matute me llena de esperanza. Wislawa Szymborska me hace creer en la poesía cotidiana, sencilla pero brutal. Son muchos. Me llevaría a todos. Si no pudiera elegir, lloraría desconsoladamente.
Nuestros lectores de Hoy Magazine están expectantes sobre los siguientes proyectos de Esther Cabrales. ¿Desvelarías algún detalle?
Coqueteo con la idea de un poemario ilustrado, pero quizás, lo que antes llegue, sea un poemario que está a la espera de que este virus que nos asedia, por fin se marche, y del que no quisiera hablar demasiado, no vaya a ser que se me agüe la fiesta.