Isabel G. Larruscain| 21 Enero
Durante la presentación de la propuesta de Dirk Bikkembergs en Milan el olor a gasolina y a rueda quemada estaba en el aire, y si no lo estaba, al menos lo parecía. Desde luego las Yamaha que decoraban la pasarela, montadas por modelos vestidos impecablemente de traje, parecieron no parar de rugir durante todo el show y el ambiente motero que este diseñador fue capaz de recrear fue increíble.
Inspiradas, como no podía ser de otra manera, en el mundo de las motos, las propuestas de Dirk Bikkembergs en la Semana de la Moda de Milán llamaron la atención por lo atrevidas: chalecos hasta el suelo con el pecho al descubierto, tejidos semitransparentes y, cómo no, cuero. En colores negros, grises y rojos, el cuero fue el protagonista indiscutible del desfile.
También el denim, el punto y las pieles tuvieron su hueco en la propuesta de este diseñador en prendas de cortes muy ajustados a las que abrigos retro de paño o pieles aportaban volumen. Lo más llamativo de la noche fue un mono de motero con rodilleras y coderas incluidas a juego, con una pajarita y un poncho de nylon. Una mezcla en principio imposible que el diseñador supo defender.
Durante el desfile se pudieron ver mochilas y bolsas de mano como complemento principal en los mismos tonos que han caracterizado toda la propuesta de Bikkembergs, gafas que cubrían prácticamente al completo la cara y pañoletas de cuero con tachuelas anudados al cuello. Muy llamativos por su punto agresivo fueron también los pseudo-tatuajes con volumen y pinchos en las partes al descubierto del cuerpo de los modelos.