El mundo del arte está en constante evolución, cambio y metamorfosis. Cuando por fin conseguimos entenderlo, da un giro de 180 grados y vuelve a sorprendernos. Es un ámbito tan amplio que jamás podremos disfrutar de todo el arte que nos ofrece el mundo. Hay tantas variedades como artistas. Algunos más clásicos y otro más revolucionarios.
El arte oriental se ha convertido en uno de los más seguidos en los últimos años. Artistas como Takashi Murakami conforman este nuevo universo de arte japonés que está revolucionando el ámbito artístico. Interrelacionando el arte elevado y la cultura popular se ha convertido en uno de los artistas japoneses de mayor proyección en el panorama artístico internacional.
Sus obras son coloridas, fuertes y atractivas. Conociendo en profundidad el arte occidental, trabaja desde su interior para representar esa parte japonesa como herramienta para provocar una revolución en el mundo del arte. «Creo que cada artista debería tener dentro una fuerte y oscura emoción para crear trabajos que tengan energía» y, según él, la fuerza que bulle tras su obra es «llegar a ser un ejemplo vivo del potencial del arte».
«Cada artista debería tener dentro una fuerte y oscura emoción para crear trabajos que tengan energía»
La obra artística del japonés Tetsuya Ishida intenta retratar la experiencia del mundo contemporáneo. Indagando en la incertidumbre y la desolación de la sociedad japonesa plasma el estado de ánimo de su generación, marcada por el estallido de la burbuja financiera. De este modo, lleva a cabo una metamorfosis del cuerpo humano fusionado con todo tipo de elementos. Desde insectos, tecnología o medios de transporte, nos muestra situaciones claustrofóbicas donde el cuerpo se encuentra atrapado.
De los últimos años de la etapa Edo en Japón encontramos a Utagawa Kuniyoshi. Uno de los primeros maestros en conseguir revolucionar el mundo del arte y dar paso a una nueva era artística. Sus trabajos, considerados el germen del modernismo, no dejaban indiferente a nadie. Intentaba incorporar dentro de las escenas sueños, apariciones de fantasmas, presagios y otras escenas sobrenaturales. De este modo, permitía darles a sus obras un aire de frescura y originalidad.
Finalmente, nos encontramos con Dragon 76, un artista grafitero que crea murales de lo más peculiares con colores vibrantes e influencias del manga. En su trabajo intenta mostrar esa “coexistencia” de dos cosas opuestas como por ejemplo el pasado o el futuro, la maldad y la justicia… Además, actualmente lleva a cabo shows en vivo donde pinta y transforma paredes en verdaderas obras de arte.