En la mañana de hoy la pasarela del Salón Internacional de la Moda Flamenca ha reservado su pasarela, como ya viene siendo tradición, para los diseñadores más jóvenes. Aunque los diez participantes de este certamen, provenientes de las distintas ciudades andaluzas, han apostado bastante alto con diseños arriesgados y muy novedosos, el premio solo ha sido para uno. ¿Y el primer premio de 5000 euros a la mejor colección de trajes de flamencas ha sido para…?
Una propuesta que viaja a través de la historia del valle del Guadalquivir. Así, nos lleva desde la provincia romana de Augusta Emerita hasta la ciudad donde las aguas de este conocido río se vuelven tranquilas y navegables: Hispalis. En este sentido, mezcla el concepto de sociedad romana con la mujer de esta época y sus vestimentas teniendo como resultado una colección flamenca única, vistosa y diferente que no ha pasado desapercibida para un jurado compuesto por diseñadores consagrados como Pilar Vera, periodistas, directores de agencias de modelos, María Dolores Serrano como representante de Unit Manager Beauty Channel Max Factor y Carmen Lomana. Los diseños de esta propuesta llamada “Habemus flamenca”, se enriquece con espléndidos y opulentos complementos que imitan el oro y la plata adornados con piedras preciosas y semipreciosas. Las perlas, el marfil y el hueso –empleados en complementos- brillan sobre los tejidos usados en cada diseño. Entre ellos, destaca la lana que ha sido la reina de la colección pero que a su vez se ha fusionado con texturas como el algodón, lino y seda. La mezcla de colores parecen pinceladas desgastadas entre las que destacan colores como el rojo, naranja, amarillo o púrpura. Esta combinación cuasi perfecta hace a su creador, Luis Fernández, el ganador de este certamen y es que gracias sus demostradas cualidades como diseñador no será raro encontrarlo al pie de otras muchas pasarelas.
De entre todos los jóvenes diseñadores, tampoco podíamos olvidar al que ha sido nombrado “mención especial”: el sevillano Alejandro Santizo. Su colección “Mi amanecer se llama Aurora” está inspirada en la fusión de colores que se produce gracias al Sol cada amanecer; un degradado que se crea en el cielo y este joven sevillano recrea sobre sus telas y diseños que va desde le negro de la noche, pasando por grises y azules, hasta llegar a tonos más cálidos como naranjas para acabar en el blanco como el fogonazo de luz que se produce en nuestros ojos cuando miramos directamente al Sol. Con un patronaje clásico y sencillo marca la silueta femenina a la perfección, tomando –además- como fuente de inspiración la Semana Santa mediante brocados y bordados. Así, encontramos cinturas marcadas y volantes que fusionan el corte a capa con canasteros dando lugar a una colección clásica pero innovador