La moda habla de la historia y viceversa. Son dos conceptos que se retroalimentan. Eso es una realidad indiscutible; la moda no se entiende sin el contexto histórico en el que se desarrolla, y a su vez también crea y alimenta ciertas tendencias sociales. Es común pensar que la moda es tan superficial como una blusa. Esto no es así; significa belleza pero también integración social, autoestima, revolución, arte y libertad. Así que, la moda lleva acompañando al ser humano prácticamente desde su existencia, aunque tiene etapas muy diferenciadas. En Hoy Magazine esta semana te contamos cuál es la historia de la Alta Costura que quizás no conocías.
La Alta Costura, ‘Haute Couture‘ se entiende como una creación exclusiva de prendas hechas a mano y a medida para el cliente. Es la excelencia y el mimo desde la tela que se elige, hasta la prueba final. La fantasía de cualquier verdadero amante de la moda. Las prendas confeccionadas con esta técnica tienen un alto valor por la inversión en tiempo, cuidado, imaginación y detalle. De hecho, según el artículo ‘La historia de la Alta Costura en cifras’, de Vogue, la media de horas que se necesitan para crear una prenda de Alta Costura es de 150.
Según afirmaba Ralph Toledano, presidente de la Alta Costura y de la Moda, «La alta costura es la punta de lanza en términos de creación; un fabuloso laboratorio tanto de artesanía como de innovación en el diseño”. La media de horas que se necesitan para crear una prenda de Alta Costura es de 150.
El origen de la Alta Costura
Charles Frederick Worth es considerado el “padre de la Alta Costura” ya que fundó el primer taller de moda de alta costura en París. Abandonó Inglaterra en 1845 para mudarse a París, sin conocer ni siquiera el idioma. A pesar de los inconvenientes que acompañaban a esta aventura, la ciudad del amor le brindaría la mejor de las oportunidades a este talentoso joven.
Comenzó trabajando como aprendiz en París (trabajo que ya había realizado previamente en Londres) y en poco tiempo, Worth ya se había ganado el respeto y admiración de todos. Tanto es así que Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III, una mujer enamorada de la moda, no tardó en darse cuenta del valor de las piezas de Charles Frederick Worth y convertirlo en su modisto. Sus diseños innovadores le abrieron puertas con otras figuras reconocidas de la época como la emperatriz Sissi y la actriz Sarah Bernardt.
Worth falleció en 1895, con 69 años y sus hijos Gaston-Lucien y Jean-Pjilippe se encargaron de la dirección de su casa, que en ese momento ya contaba con más de mil empleados. El segundo heredó el talento artístico de su padre por lo que los primeros años fueron muy buenos para esta admirada casa. A pesar de la falta de su creador, continuaron siendo líderes en la Alta Costura, ya que no perdían esa esencia revolucionaria e innovadora (introdujeron tendencias orientales en la moda de la época).
En esos mismos años, en 1868 se fundó a Federación de la Alta Costura y de la Moda (FHCM) y se dictaron las bases y requisitos necesarios para considerar a un diseñador merecedor de usar el término de Alta Costura en sus creaciones y, por tanto, poder presentar sus colecciones en la Semana de la Moda de la Alta Costura. Estas condiciones se relajaron años más tarde, en 1992 y son los siguientes:
-Vender cada modelo (elaborado a medida para el cliente) en no más de un continente.
-Poseer un taller en París con un mínimo de 20 empleados a jornada completa.
-Exclusividad de los tejidos
-Presentar dos colecciones al año, con un mínimo de 35 modelos de día y 35 de noche por cada colección.
La Alta Costura en la actualidad
La historia de la Alta Costura marcó en el pasado y dicta en el presente las tendencias sociales, como un reflejo de lo que sucede en cada una de las etapas del ser humano. Con la llegada del consumo masivo, la Alta Costura se reservaba para unos pocos.
Sin embargo, las nuevas tendencias sociales de los últimos años, ponen el punto de mira en la sostenibilidad y las prendas que perduran en el tiempo y, parece, que existe un nuevo nicho de mercado que incluye a los millennials. Según afirma Ralph Toledano, las nuevas tecnologías están abriendo un camino de búsqueda de innovación tanto en los materiales como en la confección de las prendas muy atractivo. La experiencia individual y la cercanía entre la casa y el cliente crean un vínculo emocional que parece que resucitará y dará mucha mas vida a la historia de la Alta Costura. En Hoy Magazine te mantendremos al día.