Existen dos tipos de jóvenes; los urbanitas encantados con el barullo de las grandes ciudades, y los más rurales que prefieren disfrutar de la tranquilidad de las ciudades pequeñas. Las principales diferencias son bastante obvias, pero ¿cuál es la razón por la que deciden desplazarse a localizaciones más tranquilas?
Está claro que, en las grandes ciudades, que normalmente son las capitales, suelen producirse todos los grandes eventos, las cosas más importantes de cualquier ámbito. Por ello, vivir allí es una gran ventaja para quien las quiera visualizar. Es un rollo tener que desplazarse siempre, alojarse en un estudio barato y desperdiciar en el trayecto varias horas. Además, con tantas personas tienes que ideártelas para salir a una hora decente y llegar a tu destino puntual, contando con los atascos y todos los obstáculos que se suelen encontrar por el camino. Podríamos estar hablando tanto de las localidades españolas, como de las internacionales. No es lo mismo vivir en Leeds que en Londres, o vivir en Remscheid que en Dusseldorf.
Aun así, hay gente que esto no lo ve como una gran desventaja, sino que siempre ha sabido que no pertenecía a un lugar tan grande. Últimamente se está viendo un aumento de los traslados a ciudades pequeñas y tranquilas. Los millennials están descubriendo sus virtudes y parece que les está encantando. Los paseos en medio de la calle principal, con grupos y grupos de gente ya no se llevan, ahora está muy demandado lugares que tienen menos habitantes para poder disfrutar de su silencio y serenidad.
Las principales ventajas que encuentran estas personas son; una mejoría en cuanto a la calidad del aire, hay mucha menos contaminación. Probablemente es más barato una casa en las afueras y, además, puede que sea mucho mejor que el piso de 80 metros cuadrados en el que te dejas todo tu sueldo. En ciudades grandes todo el mundo va con prisa, no descansan y siempre parecen estresados. Y esto está ligado a los enormes atascos que se forman. Incluso, en una ciudad pequeña tienes todo a tu alcance, no necesitas media hora para cruzar de un lado a otro.
Indudablemente podríamos hablar de que el vivir en ciudades pequeñas es un claro acierto. No queremos convertirnos en personas serias, estresadas y sin tiempo para sí mismos. Necesitamos momentos nuestros, realizar experiencias de ocio, que te ayuden a desconectar. Como vemos los millennials, una vez más, van un paso por delante.