A sus 25 años ya puede presumir de que tiene dos Goyas en su palmarés. Y es que Natalia de Molina se está consagrando como una de las mejores actrices de nuestro país. En 2014 se hizo con el Goya a mejor actriz revelación por su papel en «Vivir es fácil con los ojos cerrados». Y el domingo, volvió a recibir un Goya, esta vez a mejor actriz protagonista por su papel en «Techo y comida».
«Techo y comida» es una crítica social. En ella, Natalia de Molina interpreta a Rocío, una madre soltera y sin trabajo, no recibe ningún tipo de ayuda ni subsidio. Vive con a su hijo de ocho años en un piso cuyo alquiler no paga desde hace meses, de modo que el dueño la amenaza continuamente con echarla a la calle. Para hacer frente a los gastos de manutención y alquiler, realiza trabajos ocasionales mal pagados y vende en el top manta objetos encontrados.
En la película, aparte de ser un drama social muy latente en la actualidad, la actriz Natalia de Molina quizás realice una de las mejores actuaciones hasta ahora de su carrera. Ya la habíamos visto en «Cómo sobrevivir a una despedida» y «Vivir es fácil con los ojos cerrados», con la que también se llevó un Goya. Pero en este caso, la vemos como una madre coraje, y pese a su juventud, es capaz de trasladarnos todo lo que siente y hacer que los espectadores sufran con ella. ¡Increíble!
Es la más joven de la historia de los premios en conseguir dos ‘cabezones’. Su premio ha sorprendido a todos, teniendo en cuenta que se enfrentaba a Inma Cuesta -para muchos, la favorita por su papel en ‘La novia’- o a dos pesos pesados de la industria internacional como Penélope Cruz o Juliette Binoche. Pero Natalia De Molina ha conseguido llevarse el premio y consagrar, aún más, su carrera como actriz. Y es que pese a su juventud, ya se ha hecho un hueco entre las mejores del panorama nacional y seguramente pronto la veremos triunfar.