Las nuevas producciones de Netflix no tienen fronteras; desde la exitosa serie alemana, Dark, hasta la película del momento polaca, 365 días, o nuestras producciones nacionales como Élite. Turquía había decidido empezar su propio proyecto y lanzar una serie llamada If Only. Todo estaba yendo sobre ruedas hasta que el propio gobierno turco decidió censurar la filmación debido a su intolerancia ya que su protagonista era homosexual. La respuesta de la plataforma fue cancelar directamente su producción, en vez de realizar cambios en el guión.
La presencia LGBTI en la televisión cada vez está más normalizada, sin embargo no es una práctica que se realice completamente al 100%. If Only se trataba de una historia de viajes en el tiempo por parte de una mujer, que debía de haberse empezado a grabar a finales de julio. Esta polémica ha provocado una llamada de atención por parte de organizaciones y asociaciones de activistas de los colectivos. Incluso la guionista de la serie, Ece Yorenc, ha admitido que se trata de un retroceso en la sociedad.
«Debido a un personaje gay no se otorgó el permiso para filmar la serie y esto es muy aterrador de cara al futuro.»
Netflix ha determinado que tras la demanda puesta por el gobierno, los gastos producidos los abonará la misma plataforma, y los sueldos de los trabajadores aun sin haber grabado los ocho capítulos planeados de If Only. Además, ha confirmado que seguirá trabajando para desarrollar más proyectos, ya que este caso se trataría como uno aislado.
Turquía no es uno de los países más radicales que existen, la homosexualidad no está penada ni perseguida, sin embargo, últimamente el rechazo al colectivo LGBTI está aumentando. La marcha del Orgullo ha sido prohibida años anteriores y algunas personas siguen viéndolo como una desdicha en su círculo cercano. De hecho, hay gente que oculta su orientación sexual a su familia por miedo a ser repudiado, apartado e incluso perseguido. Existen refugios que acogen a estas personas ya que testifican sufrir abusos y violencia por conocidos suyos por su orientación.
Se había convertido en un gran ejemplo por haber sido un país muy conservador y situarse en el puesto 48 de 49 en el Índice Arco Iris. No obstante, cada vez más indicios indican que están retrocediendo y su futuro no es muy esperanzador. Pese a que la aparición y la existencia de personajes y artistas pertenecientes al colectivo LGBTI esté normalizada en muchos lugares, sigue siendo muy necesario. Manifestaciones, activismos y huelgas no se pueden acabar, pero lo más importante es el apoyo que reciben. No debemos olvidar que son seres humanos, lo que significa que tienen los mismos derechos que cualquier persona porque, de hecho, son personas igual que todos.