¿Sabías que el champagne fue inventado por un monje en Francia? Sin duda alguna, este espumoso apreciado en el mundo entero, es el símbolo francés por excelencia, en especial relación con el Rey y la Nobleza. Es sinónimo de fiesta y la bebida elegida por la mayoría de la gente para brindar en las celebraciones de alto copete, pero puede tomarse en muchas más situaciones. Delivinos Urban Gourmet, la tienda referencia en el mercado gourmet, nos descubre el decálogo del champagne para que te conviertas en todo un experto. www.delivinosweb.com
Confirma que estás ante un verdadero champagne, con su denominación de origen, un lugar único con procesos y uvas excepcionales. Pinot noir, Pinot Meunier y Chardonnayson las uvas que hacen la magia. La diferencia con el resto de vinos espumosos es que se elabora con el métodochampenoise en la región de Champaña, al noroeste de Francia. Este tipo de fermentación es lo que le da sus características burbujas finísimas.
Fíjate en la apariencia visual de las burbujas. En vinos espumosos de alta calidad, las burbujas son pequeñas y flotan hacia arriba en una corriente continua desde el fondo de la copa. Si el vino presenta burbujas grandes y dispersadas, el vino es de menor calidad. Si, por otro lado, el vino no presenta burbujas, significa que la botella está defectuosa o es un vino muy viejo.
La temperatura perfecta. La temperatura juega un papel crucial, el champagne se toma a una temperatura entre 8ºC y 10ºC. Una temperatura demasiado fría reduce la efervescencia, altera los aromas e incluso adormece las papilas gustativas. Por otro lado, una temperatura alta crea un exceso de espuma, dificultando el descorche y enmascarando sus aromas.
Si no vas a abrir en dos o tres días la botella, lo mejor es que la guardes en un lugar fresco y con poca luz y de manera horizontal. Y nunca en el congelador.
La etiqueta marca el mejor consumo. Normalmente, hasta un año desde que sale de bodega, nace en perfecta madurez, 3 o 4 años un rose, y si es vintage puede estar 7 años, y otros ofrecen su esplendor hasta 14, 15 años después de salir de la bodega.
Debe tener un corcho natural. Hasta el sonido es importante en el arte del champagne, se bebe con los cinco sentidos. Que el corcho no contamine el sabor.
Descorchar la botella es el secreto para el éxito. El primer paso es voltear suavemente la botella boca abajo para crear una temperatura uniforme. A continuación, coger la botella con una mano sosteniéndola siempre por el cuerpo y no por el cuello y retirar la cobertura. Aflojar el alambre y liberar el corcho.
El protocolo del champagne establece que hay que servirlo en dos fases, primero hay que verter una cantidad inicial de champagne inclinando lentamente la copa, después hacer una pausa para permitir que la espuma se asiente, y verter una segunda vez para llenar dos tercios de la copa.
La copa no siempre debe ser de flauta. Las copas para vino blanco son una buena opción, ya que son perfectas para capturar el sabor específico del champagne, tienen suficiente espacio para permitir una completa efervescencia de la bebida que es uno de los elementos clave.
Poco a poco va decayendo el mito de que el champagne debe acompañarse con platos elegantes cuando realmente la mejor manera de maridar el champagne es como te más te guste. En el aperitivo o con comidas como pescados, carnes blancas o incluso postres